Acosadores Parte 2

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Con la mano es su boca, comenzó a caminar hacía atrás, Marinette realmente tenía miedo ya que la fuerza de esa persona era bastante. Miró a su costado y vio la fuente donde hay agua, lo usaban como decoración, pero aun le iba a servir. Entonces con su zapato que tenía tacón le pisó el pie, haciendo que éste se alejara un poco de ella, distrayendo lo, comenzaron a caminar hacía el costado y un movimiento rápido la ojiazul lo lanzó a la fuente. Se puso en pose de pelea pero al ver quien era se relajo un poco, pero las ganas de matarlo seguían intactas.

- ¿Qué estas haciendo acá, Adrien? -dijo mirándolo a los ojos.

- Actuando como un acosador -contestó normalmente.

- Creo que habrá que castigarte -comentó Marinette mientras tronaba sus dedos.

- ¿Castigarme? -preguntó haciendo que la azabache suspirara de cansancio.

- Sabes Adrien... Si hubiera sido otra mujer te habría denunciado -cerró los ojos.

- Eso no importa, olvidaste cerrar la puerta trasera -los abrió sorprendida-. Debería ser más cuidadosa, presidenta -dijo totalmente serio.

- ¿Eh? 

- Asumes que todo estará bien porque sos fuerte pero... -la agarró desprevenida de la muñeca y la atrajo hacía él, mientras que la otra mano estaba en su cabeza-. Sigues siendo una chica, Mari -dijo con una sonrisa encantadora y sus ojos de orbes verdes brillaban. Haciendo que se sonroje.

- ¡Suéltame! -ordenó y se soltó de su agarre. Se alejó- ¡Deja de menospreciarme! ¿Me estas sermoneando? -preguntó enojada- ¡Claro que sé todo eso! -él sólo la miraba sin decir nada, las gotas de agua caían de su rostro, piel y ropa. Marinette se dio la vuelta para no verlo- ¡Vete! -el ojiverde suspiró.

- Nos vemos -se fue sin decir nada más, mientras la azabache seguía completamente sonrojada.

Afuera del Café

Adrien se sacó la chaqueta que tenía completamente mojada -Esa chica... No entiende nada -dijo mirando al café, tiró su chaqueta hacía su hombro, mientras que en un extremo lo agarraba. Miró hacía el costado donde se encontraban dos hombres, que al notar su parecencia se fueron corriendo sospechosamente hasta que doblaron la esquina y los perdió de vista. Se quedó mirando atentamente a la dirección en que se habían ido. Estaba sospechando que quizás eran ellos los que acosaban a las chicas de los cafés de maids.

~o~

- ¡Wow! ¡Que bien lucen esos pasteles! -dijo Tikki a su hermana, mientras miraba la caja que estaba en la mesa, la cual contenía distintos tipos de pedazos de pasteles- ¿De dónde los sacaste? Seguro fueron caros.

- No, la jefa del café estuvo fuera hoy, y tuve que esperar que regresara antes de que me fuera -agarró un pedazo-, entonces cuando volvió por esperarla me los regalo, y así es como los conseguí.

Mientras comían en silencio, Marinette no podía sacarse de la cabeza lo que había pasado esa tarde con Adrien- Pero... Ese estúpido... ¿Quién se cree para menospreciarme así? -susurró indignada. Se comido otro bocado del pastel- Va no tiene sentido seguir pensando en eso -siguió susurrando mientras que la pelirroja pensaba en que momento se iba a comer cada uno de los pedazos de pasteles.

- Tikki, elegí cualquiera están riquísimos. Ah deberíamos hacer un poco de té.

- Tenes razón -se levantó de la mesa-, el otro día ganamos un juego de té bastante peculiar -lo fue a buscar.

- Gracias -agradeció.

Al otro día, después de la escuela

- ¿Queres ir a algún lugar después de la escuela? -preguntó un joven a su amigo cuando estaban saliendo de su salón. En ese mismo lugar se encontraba un rubio que miraba con atención afuera de la ventana

Kaichou Wa Maid-Sama -MLB Donde viven las historias. Descúbrelo ahora