Capítulo II

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—Daehwi está interesado en ti —Dongho casi se atraganta con la barra de cereales al escuchar eso.

—¿Y me lo dices así?

—¿Cómo quieres que lo diga?

—Ese no es el problema, simplemente tenle más respeto a sus sentimientos —Minhyun rueda los ojos ante el regaño—. ¿Estás seguro?

—Sí —alarga la última letra y se acerca aún más al tigre para hablarle en secreto, están en un rincón de la sala sentados en el suelo, también están otros compañeros pero nadie parece interesado en ellos—. Lo escuche hablando con Samuel sobre lo malo que eres con él —Dongho frunce el ceño—, yo les he dicho que eres pura apariencia, pero me contó las veces que lo atacaste y la verdad que si eres un estúpido bandido —Min se gana un golpe en la cintura que en vez de dolerle le hace cosquillas.

—No lo soy, lo que pa... —se queda en silencio pensando, ganándose un estirón de mejillas—. Esho due...eele —se queja, pero Minhyun hace oídos sordos, sonríe y le sigue estirando las mejillas sin mucha fuerza pero lo suficiente como para dejarlas rojas.

—Eres tan lindo —se ríe al haber dejado rojas e hinchadas las mejillas de su amigo, justo entra uno de los chicos a llamar al grupo así que se pone de pie—. Me voy, nos vemos —se despide Minhyun con la mano, Dongho lo hace con rapidez antes de perderlo en la puerta.

Dejan la puerta abierta y justo en ese momento pasa Daehwi, el tigre logra verlo así que se apresura a alcanzarlo.

—¡Daehwi! —su voz suena mucho más sería de lo que espero logrando asustar aún más al chico. Se maldice por su estupidez. De nuevo la está cagando. El nombrado detiene su andar y se encoge en el lugar—, necesito hablar contigo —dice una vez que lo tiene en frente. El menor mira al suelo y asiente con la cabeza—. ¿Cuándo tienes tiempo?

Daehwi se sentía morir, ¿Estaba enojado con él? ¿Llegó su hora? ¡Iba a golpearlo!

Sus corazón late a mil, lo siente hasta la garganta, comienza a sudar de los nervios y sus dedos juegan entre ellos.

—¿Qué hacen? Tienen que entrar —Samuel sale con una cara de cansado total y mira a ambos chicos en el pasillo—, ¿Daehwi?

—Hola, Samuel —saluda Dongho con una bonita sonrisa, el chico le devuelve el gesto.

Daehwi se escabullo a la habitación en ese momento, al verlo Dongho bufa molesto y voltea para volver a su habitación de practica pero una voz lo detiene.

—Alto ahí, Dongho, también te llaman a ti —el mencionado voltea sorprendido—. No preguntes, yo tampoco lo sé —se encoge de hombros el menor antes de entrar.

Dongho le sigue no muy feliz.


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—Me pidieron practicar algo de canto junto a los chicos —cuenta Minhyun dejando que Jong Hyun se acomode a su lado, con la cabeza apoyada en su hombro.

—A mí también —dice Dongho despeinando los cabellos del líder de todos, éste comienza a reír por la muestra de cariño.

Es de noche, están fuera del gran hotel-casa-mansión sentados en las escaleras, se acaban de bañar y antes de eso habían cenado junto a los demás, gracias a sus esfuerzos tenían una hora libre para dormir o compartirlo entre ellos, sin cámaras ni vigilancia de ningún tipo.

La puerta principal se abre y ellos voltean a ver quién es, sonríen los cuatro al verse.

—¿Tienen una reunión sin mí? —pregunta Minki fingiendo molestia, se sienta a un lado de Dongho—. Me enteré de que quieres golpear a Daehwi —comenta sorprendido, el acusado abre sus ojos todo lo que da y Min suelta una fuerte carcajada al verle así.

Mala impresiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora