Vereda

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                 Página uno.

Siempre mis ojos se abren automaticamente a la misma hora, antes de que el Sol salga a su resplendor. Una camisa totalmente cubierta, desde mi cuello hasta mis dies amigos llamados 'dedos', unos vaqueros claros cómo el agua cristalina & mis botas preferidas negras cómo la noche nublada.

Nunca entendí el propósito de mi 'reloj mental', lo bueno de esto era salir de casa sin ser escuchada. Da igual, que se puede esperar de padres sordomudos, que solo entienden si la lógica los llama.

Ciento noventa pasos dí en esa vereda ancha y sin fín para solo llegar a obtener algo que me diera una explicación concreta a todas mis dudas, eso sería lo mejor.

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