Yo sólo pedí un deseo

Sabes mucha gente pide a lo largo de su vida muchas cosas, unos creen saber lo que quieren y otros solo piden lo que los demás tienen, mi deseo fue un tanto peculiar, tal vez único en el mundo. Todo esto me llevo a vivir muchas experiencias que quiero contarte.

Yo desee no desear nada en la vida, le pedí a Dios de todo corazón que me quitara todo deseo que pudiera existir en mí, ya no quiero desear a una mujer, ni desear dinero, ni fama ni respeto, ni siquiera desear entrar al cielo, tan solo desee no volver a desear, es algo extraño y contradictorio a lo que las personas están acostumbradas pero yo necesitaba solo un deseo y era ese. Dios me escucho, me concedió el deseo que me libraría de todos los deseos y seria yo el hombre que va por la vida sin desear nada, sin ilusiones ni esperanzas.

COMO COMENZÓ

Año 2017, año en el que yo gozaba de una estupenda salud y juventud, el paquete completo, un chico muy acomplejado, para serte sincero no me gustaban muchas cosas de mí, en estos tiempos lo que mueve a la sociedad es el más puro consumismo y de donde yo soy rige el capitalismo pero era algo que a mí no me interesaba, nunca me intereso ese tipo de cosas ya que yo era feliz con lo que tenía, con lo que me ganaba cada día, no me metía con los demás ni con lo que era de los demás.

Vivía en una pequeña familia, con mi madre y mi hermana, en cantidades era pequeña pero hablándose de amor era inmensa, jamás conocí a mi padre, tuve un padrastro que vivió dentro de mi casa y fue un tirano, hasta que se arto y se fue de casa, yo era quien tenía que traer el sustento a la casa pero con muy pocos ánimos, pasaba de trabajo en trabajo siempre con una excusa; ''Es que no me gusto'', ''Es que mi jefe'', ''Es que me explotan'', pues la genuina razón era que no me gustaba trabajar y no había excusas pero aun así yo las encontraba, era tan monótono el trabajo así sea cualquiera siempre se volvía monótono, el simple hecho de pensar que tendría que pasar toda mi vida en un trabajo en el cual cada día al despertar tendría que ponerme los zapatos y dirigirme a él, me repugnaba, a nadie le gusta trabajar me dice mi madre pero tenemos que hacerlo, a todos nos gusta comer, comprarnos ropa y salir con la novia, y así era, pero yo no quería desear eso, yo no lo necesitaba, más que comer claro, y ahí fue donde comenzó todo.

Todos tenemos una forma de ver la vida y la mía no era la mejor tal vez, yo estudiaba la universidad antes de verme en la necesidad de tener que buscar un trabajo, yo ya no quería seguir estudiando, me decía a mí mismo; ¡Que estrés!, ¡Que pérdida de tiempo!, ¡Que fastidio!. No tenía el deseo de estudiar y tener un título, no podía hacerlo y no me quería obligar, sabía que era un sacrificio literalmente porque de verdad que para mí lo era, buscamos una buena vida, lujos y comodidades, había que hacerlo solo por eso, porque a mí no me gustaba estudiar como a otros que les apasiona el estudio, me gustaba aprender con lo que veía día a día en mi casa o fuera de casa no importase el lugar.

Solo quería vivir en paz, en un lugar lleno de naturaleza verde, con agua cerca del mar pero no era un deseo ya que si pasaba así está bien y si no también porque era algo que quería pero no lo deseaba, lo es todo cuesta, todo eso cuesta, la tierra y la casa, no es tan fácil como ir y establecerme en un lugar que me guste y vivir allí, no me conformaba ni mucho menos con vivir donde siempre he vivido pero si tenía que ser así, lo haría sin reprochármelo.

Hasta el día de hoy ya no deseo nada, ni siquiera deseo vivir si hoy muero lo aceptare, ya que es un proceso de la vida y no nos queda de otra, vivo feliz con quien soy y con quien seré, no tengo una guía que me diga a donde ir, viviré lo que tenga que vivir y siempre estaré agradecido con Dios con lo que me dio.