capítulo 1.

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(Harry)
Era una mañana bastante calurosa, me encontraba rodando sobre mi cama cuando la puerta se abrió, dejando ver, atrás de ella, a Lee, mi perro.
Me senté en la cama. 
-Que haces aquí Lee?
Me agache para acariciarlo. Todavía recuerdo cuando lo adopte, lo hice luego de que mi... Madre... Bueno, no importa.
*mi padre y yo decidimos pasear, ya que, cuando mi madre se fue, yo estaba realmente triste y el quería que nos despejáramos.

Yo tenía 7 años, mi padre había decidido ir a visitar a un amigo suyo. Nos subimos a su auto y el condujo hasta llegar hasta lo de su amigo.
-Vamos Harry.
Sonrió.
Bajamos del auto y nos dirigimos hasta la entrada de esa enorme casa, vieja y en ruinas, da miedo. En lo que esperábamos, mi padre dijo que tenía una sorpresa para mi, que ya quería que la viera. En lo que ambos hablábamos, su amigo, Luke, abrió la puerta.
-Nansu! Bienvenido!.
Nos recibió con una amplia sonrisa.
-Hola Luke! Han pasado décadas.
Ambos rieron.
-Veo que trajiste a tu pequeño, eh...
-Harry.
Luke giro su cuerpo hasta donde yo me encontraba y luego se agachó.
-Un placer en conocerte, Harry.
Me sonrió y extendió su mano, hacia la mía.
Lo mire extrañado, no sabía que era lo que quería.
-Hijo, toma su mano. Mire a mi padre y luego a Luke. Estrechez su mano, ambos movíamos las manos de arriba hacia abajo.
-Eso es Harry. Tu padre dijo que te preparará una sorpresa. Síganme.
Dijo esto último parándose y haciendo señas con la mano para que lo siguiéramos.
Mi padre y yo caminamos junto a Luke, quien nos llevó a su patio, uno realmente enorme y estaba lleno de animales.
Patos, gansos, conejos, gallinas, gallos, habían 2 gatos, un estanque con tortugas de agua, hámsteres, en sus jaulas, también había muchos bebés de cada uno de ellos.
-Síganme. Por aquí.
Dijo Luke, llevándonos hasta, lo que parecía ser, una casita, echa de madera, afuera de esta tenía unos columpios, dos para ver preciso, también había varios sillones, y también una de esas sillas que se cuelgan del techo, estaba echa de madera y tenía un almohadón. Era muy bonito.
Luke abrió la puerta de esta cabaña y entramos.
Me lleve una gran sorpresa, al mirar al piso me encontré con dos perros grandes y como unos 6 perritos bebés.
Estaba encantado con ellos, yo amo a los animales.
-Bien, hijo, quiero que elijas uno, lo llevaremos a casa.
Mire a mi padre sorprendido.
-D-de verdad?.
Asintió.
Sonreí y mire a los perros.
Me acerqué a ellos, uno de ellos se levantó y se dirigió hacía mi, era de color marrón, con muchos tonos de marrón, intentando subir a mi pie, pero era muy pequeño, apenas podía caminar.
Me agache para recogerlo.
-hola amiguito.
Sonreí. Era muy hermoso.
Mire a mi padre, quien miraba muy atento a todos los perritos, hasta que se dio cuenta de que yo tenía uno en mis manos.
-Es muy lindo hijo, lo quieres? Asentí. Mi padre sonrió.
-Bien, lo llevaremos, pero cuando sea más grande.
Lo mire decepcionado.
No entendí por que lo llegaríamos después.
-P-por que?.
Dije haciendo un puchero, a lo que se río.
-Por que está demasiado pequeño, el necesita de sus padres aún, cuando el sea más grande lo llevaremos.
Mientras tanto, Luke lo cuidara.
-Yo lo cuidare hasta que pueda irse contigo. De acuerdo Harry?.
Asentí, triste, pero lo entendí, el necesita que su madre le dé de tomar leche hasta que crezca y pueda comer.
-Eso es amigo.
Te diré algo. Deje al perrito con su madre, está me olfateo y luego lamió mi mano, el padre hizo lo mismo. Mire a Luke.
-Tienes que prometerme que lo cuidarás mucho, lo amarás y protegerás, lo bañaras, lo alimentaras, lo peinaras y jugaras con el. De acuerdo? A muy pocas personas les doy uno de mis animales, pero solo a los que consideró buenos con ellos y que se que los cuidarán. Así que prometeme que lo cuidarás y mucho.
Mire a Luke, quien estaba agachado y viéndome.
-L-lo prometo.
Luke sonrió.
Luego de todo eso, mi padre y yo nos dirigimos hasta la salida. Ya era hora de volver a casa.*

Ya Han pasado 9 años desde que el se volvió uno de mis mejores amigos, el más importante para mí.
-Que es lo que quieres?.
Me sorprende que aún puedas subir escaleras Lee.
Acaricie su cabeza, el ya estaba bastante viejo, pero aún es como un bebé para mi. Lee comenzó a ladrar, me levanté de la cama y baje las escaleras con el.
-Con cuidado Lee.
Al parecer el quería salir afuera. Abrí la puerta y deje que se fuera. Me diriia hasta las escaleras y luego subí, tenía que prepararme para ir al colegio.
Pero antes de subir, Mabel, mi madrastra, me detuvo.
-Buenos días hijo! Espero que hallas dormido bien.
-Buenos días Mamá.
Ambos sonreímos. Ella es mi madre, aunque no lo sea en si, desde que mi verdadera madre se fue, ella se ha encargado de que mi padre y yo estemos bien.
Es la mejor madrastra del mundo. La amo demasiado.
-Bueno cariño, el desayuno está casi listo, prepárate y baja. Beso mi mejilla.

Mi estúpido niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora