This Man... Is Geoffrey (El, Es Geoffrey)

V. The Tree in the Middle of Nowhere (Part 4)

New York C. E.U. Julio, 2008

El sonido de la regadera creado por el agua que caía era lo único que se podía escuchar en la habitación, el panorama indicaba que recién la noche anterior fue sede de una monstruosa fiesta en la que las drogas y el alcohol abundaron, dentro de los restos se podía divisar la mano de uno de los sobrevivientes y residentes del departamento #099.

De pronto la ducha cedió para darle paso a quien se bañaba para salir de ella, envuelto de la cadera hacia abajo con una toalla color marrón y bastante larga, su andar gracioso al tambalearse señal de tal vez estar aún bajo los efectos del alcohol, su rostro marcado por ojeras que surcando el contorno inferior de sus ojos dejaban ver cansancio y fastidio.

Bienvenido a los 30 se repetía Geoffrey Drake una y otra vez en su cabeza, por tal motivo su departamento había sido víctima de un huracán, su vista recorrió de lado a lado cada una de los cuartos del departamento que fueron atacados, el lobby, el comedor y la cocina y aunque por más extraño que parezca las puertas de los dormitorios estaban intactos y cerrados, al caminar entre las botellas vacías que se encontraban en el lobby la imagen de su roommie (Roommate) tirado sobre la alfombra a un costado de la mesita frente al sillón le causó cierta gracia, brincándolo con cuidado de no despertarlo cruzo hacia su recamara para ponerse algo de ropa.

Ya en su recámara se dio a la tarea de vestirse con su look casual ya tan conocido, su rostro a pesar de todo no dejaba ver su verdadera edad, tal y como Jacky había confirmado durante la fiesta "es un devora años" pues según aún tenía el aspecto  de la edad en la que se conocieron años atrás cuando llego a Brighton por primera vez en busca de Hunter.

"Como olvidar aquella época" pensó...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su puerta, era Ted quien ya había reaccionado del trance tras la fiesta

-¡Hola!- dijo Ted después de que Geoffrey abriera la puerta y con un rostro que marcaba el paso de la fiesta.

-¿Hambre?- pregunto Geoffrey.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Tedder para darle una respuesta afirmativa, y por instrucciones de Geoffrey quien le indico a Ted tomar un baño para después ir donde Hunter a desayunar, Si a eso se le podía decir desayuno puesto que eran pasado de las 3 de la tarde.

Mientras Geff esperaba por Ted las imágenes que pasaban por su cabeza que hacían un flash back sobre la fiesta le provocaban risa y sorpresa en un mismo instante, entre gente bailando, otros comiendo, Jacky y Brandon en el balcón, André besándose con cuanta chica pudiese, mientras Hunter y Tedder fumaban aquel cigarrillo de forma graciosa provocándoles sincronizar con el sonido de la música y al cerrar los ojos perderse en un mundo sin preocupaciones, ni dolores, mientras Geoffrey Drake anfitrión de la fiesta simplemente saludaba a todos y cada uno de los asistentes con un cerveza en mano, curioso era el caso al grado que jamás llego a sentir que se quedaba sin líquido, era como una especie de auto-llenado por lo que nunca llevo cuenta de cuantas había bebido en realidad.

Con Tedder ya fuera de la ducha y listo para partir donde Hunter ambos amigos dieron marcha al camino que tenían que recorrer para llegar al nuevo restaurante abierto por su mejor amigo, que a palabras de su dueño era un lugar para honrar y celebrar las amistades que pueden contra todo, días antes de su inauguración el grupo de amigos fue citado para hacer algunas decoraciones a mano propia, dándole un significado a cada uno de ellos.

-Sabes creo que me hare un tatuaje nuevo- menciono Ted mientras ambos bajaban las escaleras del edificio donde vivían ambos que han sido compañeros de casa desde el 2003, cinco años atrás. 

El rostro de Geoffrey no mostro sorpresa alguna tras el comentario de su amigo quien ya tenía en su persona una cantidad de tatuajes que aún se podían contar con los dedos de la mano, sin embargo y como el mismo Ted había dicho antes una vez hecho el primer tattoo, siempre habrá uno nuevo por hacer.