capitulo 3

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Lo subieron a bordo y lo llevaron a una de las salas donde se reunió con otros supervivientes

T/N temblaba por la hipotermia y estaba confusa, aunque su visión era un tanto difusa.

Mas tarde le diagnosticaron una leve contusión, supo reconocer la inmensa suerte que había

tenido, vio a personas con horribles quemaduras en los brazos y en los hombros, y a otros que

sangraban por las orejas o que tenían huesos rotos . A la mayoría de ellos los conocía por su

nombre, en la plataforma había tan poco espacio en donde ir, era esencialmente un pequeño

terreno en medio del océano que tarde o temprano todos confluían  en la cafetería, en el

gimnasio o el salón recreativo. Habia un hombre, sin embargo que solo le resultaba un poco

familiar, un tipo que lo miraba fijamente desde la otra punta de aquella sala abarrotada,

tenia unos cuarenta años, el pelo oscuro e iba ataviado con una cazadora azul que lo

mas probable, le había prestado algún miembro de la tripulación, t/n pensó que 

parecía fuera de lugar, por su aspecto se asemejaba mas a un oficinista que un peón

el hombre le hizo una señal con la mano, y aquel gesto activo de repente el recuerdo

de la silueta que habia vislumbrado en el agua ¡ERA EL! a t/n se le erizo el vello de la nuca

antes que pudiera identificar el motivo de su desasosiego, alguien le hecho una manta

por encima de los hombros y le indico que lo siguiera hasta un rincón donde un oficial

medico aguardaba para examinarlo.

Cuando volvió a sentarse, el hombre con el pelo oscuro habia desaparecido, durante

las siguientes hora fueron llegando mas supervivientes pero, a medida que su cuerpo

entraba en calor, tn empezó a preguntarse  por el resto del equipo, no veía a muchos

de las personas con los que llevaba años trabajando. Mas tarde supo que habían

fallecidos veinticuatros personas, poco a poco fueron encontrando los cadáveres  

aunque no todos, mientras se recuperaba en el hospital, no podía dejar de pensar en

las familia que no habían tenido la oportunidad de despedirse de sus seres queridos.

Desde la explosión le costaba conciliar el sueño y no por ninguna pesadilla recurrente

si no porque no podía zafarse de la impresión de que alguien lo vigilaba, se sentía

como si lo persiguieran, por mas ridículo que pudiera parecer, tanto de día como la

noche, de vez en cuando sentía algún movimiento furtivo cercano, pero, cuando

se daba la vuelta no habia nada ni nadie que diera sentido a su malesrar.





the best of me (Lauren Jauregui y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora