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El sonido de las pisadas eran sustituidas por la fuerte lluvia, nunca habian visto el clima así.

Los dos ninjas, bueno, Deidara, trató de adelantar su andar para buscar algun tipo de refugio y el pelirrojo —dentro de Hiruko— no le importaba estar mojado, ni si quiera un poco.

Y al parecer encontró el refugio.

Una especie de "zona de descanso" situada en la orilla del camino, estaba hecha de cemento y se podia ver una pequeña banca dentro de esa construcción. Era perfecta.

—¡Ahí! —Señaló el joven .

Empezó sin dudarlo a correr sosteniendo su tradicional Kasa (sombrero) de Akatsuki. Cuándo llegó, pasó un relámpago ayudando a iluminar la zona. Aquél lugar parecía un basurero, habían cortezas de árboles, ramas y hojas tiradas como si fueran la decoración de la pared, le quitarían la sonrisa a cualquiera.

El rubio lo pensó casi 3 veces en si entrar o no.

Suspiró, vio que Hiruko se acercaba a pasos lentos, y al sospechar que la lluvia no pararía hasta mañana, optó por entrar finalmente.

—Esto es más acogedor que la guarida —Gruñó, sentándose sobre el frío suelo lleno de polvo y hojas. Sin quitarse su mojada capa negra.

Llevó sus piernas hasta el pecho, abrazándolas como si fuera un niño, apoyando su frente en éstas sin decir algo más, escuchando como la lluvia ahogaba el silencio.

Escuchó a Hiruko sentarse al lado de él.

El hombre de iwagakure levanto la vista, no era común entre ellos tener una conversación que no sea sobre discutir el arte, matar a Orochimaru o maldecir a Tobi ... por parte de Deidara.

El rubio observó a su maestro que estaba mirando al frente, a nada en específico, la lluvia quizás...

—Creí que tenías prisa, señor no-me-gusta-esperar-ni-hacer-esperar-a-la-gente.

—El agua daña la madera.

—Hah~... —Dijo en tono aburrido.

...

Deidara se estiró un poco de su posición levantando los brazos y luego tocar el borde de la capa.

—¿Que tiene de genial el nuevo uniforme? Solo cambiaron las nubes rojas a blancas. —Trató de no dejar morir la "interesante" charla—. No sé, ¿que opinas?

Hiruko lo miró apenas volteando la cabeza.

—Tengo que admitir que eres bastante fastidioso.

—Heh, Me siento halagado, hm.

Una fuerte brisa atravesó la entrada, junto con pequeñas gotas de agua. El frío ocasionó escalofríos al rubio, miró a un costado cerrando los ojos, el método de "abrazarse así mismo por calor" era inutil. Pero una brillante idea vino por su cabeza, algo que podría usar como excusa.

—Danna... —Susurró. Mirandolo con una pequeña sonrisa pícara—. ¿No quiere darme calor?

Sasori optó por ignorarlo, eso parecía. Deidara al no recibir un "no" como respuesta, decidió actuar por sí mismo.

—¿Que haces?

—¿Que crees que estoy haciendo? —Declaró sonriente. Acercándose más y más a la robusta marioneta—. Tengo frio, hm.

Cualquiera se asombraría ver que Hiruko no oponía resistencia alguna.

Y por si se lo preguntaban, no, esos dos no estaban en alguna relación seria, digamos ... que hubo un momento —en una de las muchas misiones de Pein— cierta persona quería experimentar con su compañero y éste aceptando... No sé, tanto tiempo acompañando a alguien y más cuando ambos se llevan casi bien. Jashin sabrá.

Un conflicto artístico (SasoDei) CANCELADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora