01. Bandera de Japón.

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Un rayo de luz impactó contra mi rostro, traté de ignorarlo y seguir durmiendo, cosa que no pude lograr, soy tan idiota, que olvide cerrar las cortinas en la noche, ¡maldita sea!

-¡Sam ya baja a desayunar o se te hará tarde en tu primer día de clases!- esa fue mi madre, recordándome que tenía que asistir a un nuevo instituto.

Me levanté perezosamente, me dirigí al baño a darme una ducha, cuando me doy cuenta de que no quedaba Shampoo.

-¿¡Que acaso no puedo tener una ducha normal!?- dije.

Estaba enojada, por 2 razones. 1. Tenía que asistir a un nuevo instituto, donde no conocía a nadie. 2. No quedaba Shampoo, así que no podría bañarme como corresponde.

Frustrada, me lavé el cuerpo, salí de la ducha, me envolví una toalla y fui directamente a buscar ropa.

Dejé mi pieza echa un desastre, más tarde ordenaria esto. Decidí ponerme unos pantalones negros de tiro alto, un top azul, una camisa a cuadros roja, y mis converse negras.

Baje la escalera, iba llegando al último escalón, cuando me tropiezo, Okey, en definitiva no es mi día. Dispuesta a pararme, escucho como Jack, mi hermano pequeño de 11 años, se reía de mi.

-¿Te caíste, tonta?- pregunta este con tono burlón.

-No fíjate, el suelo se sentía solo y vine a abrazarlo, ¿tu que crees enano?- dije al mismo tiempo que entraba en la cocina.

Un aroma a panqueques me inundó, mi madre había preparado el desayuno, cosa que me hacia muy feliz, amo comer, en especial si es comida de mamá.

-Que bien huele.

-Asi es, pero lastima que no podrás comer, ya se te hace tarde.- dijo mi mamá mientras salía de la cocina.

-¿¡Qué!? ¿Me dejarás sin comer en mi primer día de clases? Te desconozco Margareth, ¿Que tal si me desmayo y muero? Soy muy joven para morir, aun me queda mucho por vivir, ¿No querrás que tu hija muera o si?- Le dije exagerando un poco, bueno, bastante la situación.

-Ay ya Samantha, deja el drama, ten algo de dinero para que comas algo a la salida.- Me entregó un billete y me abrió la puerta.- Buena suerte en tu primer día.

-Ojalá no te ocurra el típico “cliché” ese que nombras en tu diario de vida anhelando que suceda- Me dice Jack.

-¿¡Leíste mi diario!?, ¡Maldito enano hijo de nuestra madre!

-Ups, adiós- dise cerrandome la puerta en mis narices.

-Ojalá no haya llegado a la parte donde dice que amo a Elmo.- digo pensando que nadie puede oírme.

-¡Créeme que si lo hice!- dise mi maldito hermano mirándome por la ventana- Adiós peluda.- dise y corre al interior de la casa.

Me las pagará este engendro del diablo, hayare la forma de vengarme. Camino en dirección al instituto, se donde queda, ya que vine con mamá a inscribirme, aparte no queda muy lejos de mi nuevo hogar. Al llegar, contemplo el lugar, adoro como luce por fuera, hay una pileta en la entrada, manzanos y naranjos adornan las esquinas del lugar. Camino hasta adentrarme.

-¡Pelirroja!, ¡Eh tu!- me doy vuelta, ya que no veo a nadie más con mi mismo color de pelo, al girarme veo una castaña, de estatura inferior a la mía y con una cálida sonrisa.- Uff.. Alfin me hiciste caso, vengo hablándote desde la entrada, ¿Eres nueva, no es así?.- dise con un tono bastante agitado, supuse que había corrido tras mio, que raro no haberla visto.

-Si, mucho gusto, me llamo Samantha Strooms, pero puedes decirme Sam, la verdad no me ubico muy bien aquí.- dije rascando mi nuca.

-El gusto es mio, soy Lili, bueno, más bien Liliana, pero no me gusta que me digan así, haber, muéstrame tu horario.- Dice mientras saca el suyo, y yo hago lo mismo.

-Toma.

-Vaya, nós tocan las mismas clases ¿Que coincidencia no? Si quieres puedo mostrarte las instalaciones, no me molestaría en lo absoluto.- Toma mi brazo y nós dirigimos nóse donde.

Uff, espero que este día no sea tan malo. Nós dirigimos al baño, me contemplo en el espejo, sinceramente no soy muy fea, tampoco soy la octava maravilla del mundo, pero aun así soy relativamente bonita. Mi pelo es rojo con tonos anaranjados, mi nariz y mis mejillas están cubiertas por pecas, cosa que me gusta mucho, mis ojos son cafés, bastante raro, ya que la mayoría de mis familiares es ojiazul.

-Ya deja de admirarte rojiza- Díse Lili.

-Es imposible, soy muy hermosa como para dejar de observarme.- digo moviendo mi cabello en un movimiento de diva total.

Estallamos en carcajadas, Lili es simpática a decir verdad, me alegra que la primera persona que se me haya acercado haya sido ella.

Suena la campana, y nós dirigímos a nuestra primera clase, literatura.

-Oh no, guapo a las 3.- Díse Lili pellizcando mi brazo.

Giro mi cabeza, vi a un joven rubio, ojos verdes, a decir verdad no era para nada feo, pero aun así no era mi tipo. Mi mirada se centró en su acompañante, era un muchacho de cabello Negro, pude notar que sus ojos eran de un tono gris, tenía un lunar justo debajo de sus labios, era muy atractivo y a decir verdad, se me hacia muy conocido.

-¿Quien es el chico junto al rubio?- le pregunto a mi nueva amiga.

-¿Hablas del chico junto al Dios griego?, es Luke, Luke Adams.

Oh no, Luke Adams, fue mi compañero y un fiel amigo en la enseñanza básica, note que su mirada se cruzó con la mía, y me regaló una tierna sonrisa.

Maldita sea, ojalá no se acerque a hablarme o juro que entraré en pánico, recuerdo que aquel chico, me vio manchada, es decir, el estuvo ahí la primera vez que menstrue, y desde ese día, me comenzó a decir bandera de Japón, espero no recuerde eso....

-Mira Sam, ahí vienen- dise Lili.

-Hola bandera de Japón, tantos años.- Dise Luke, este día no puede ser peor...

N/S

Hola amores, bueno espero que les haya gustado el primer capítulo, perdón por las faltas ortográficas.

Nós leemos pronto.


Dos sobres de azúcar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora