Ahora mismo se estaba arrepintiendo de lo que había hecho. Changkyun no era de hacer cosas por impulso, mucho menos si se traban de cosas que pudieran ser consideradas como estupideces, bueno tal vez si podría decirse, e incluso el mismo lo admitiría de que si, era capaz. Pero nunca se le hubiera podido cruzar por su cabecita que aquello podría darse en esta situación. En la que menos quería meter la pata, justo decide actuar por impulso al momento de entregar una confesión.
Mediante una carta.
Ni siquiera entregada de manera personal, sólo la había dejado en la mochila del ayudante del profesor y ya.
Seguramente en el diccionario si buscaban "cobarde" e "idiota" aparecería su foto.
Y seguramente se vería tan patético como genial ilustrado en un diccionario.
En pocas palabras, Changkyun se consideraba a sí mismo como una persona completamente inexperta en temas relacionados con "ser afectivo" o algo así, como decirlo...no sabía explicarse ¿Dónde se supone que saldrían? Bueno una opción era el lugar que había pautado el encuentro pero eso no contaba ni siquiera de su parte, ahí tuvo la colaboración de Kihyun. ¿Qué se supone que debían comer? ¿Cómo tendría que ir vestido a la ocasión? Y tampoco tenía idea de lo que seguramente era lo más importante, ¿Qué jodidas cosas se supone que haría en una cita? Cita, si ¿Cita? ¡Joder, tenía una cita! Hasta ese momento el pelinegro no había pensado en que saldría a modo de una cita, la sola idea le cayó como un balde de agua fría, por más obvia que fuera esta, causando que su estómago se revolviera y que él incluso se sintiera completamente mareado.
En resumen cualquiera podría decir que era un fracaso para este tipo de cosas.
— Realmente no sirvo para esto, no sé ni para que le deje esa carta en su mochila — Decir que estaba completamente alterado, era poco. Eso y además lo bastante nervioso como para estar caminando de una punta hacia la otra de su pequeño departamento. No sabía cómo manejar todas las emociones que sentía en ese momento. Ni siquiera asimilaba como se le había ocurrido dejar una carta en la mochila de aquel chico, del más solicitado en la universidad...que seguramente no eran para cosas que precisamente se relacionaran con "estudiar". Aunque el tipo tenía buenas notas a decir verdad. Después de todo estaba como ayudante del profesor en algunas materias que le tocaban juntos...Pero ese no era punto. Su cabeza como siempre estaba pensando de más. — No sé qué hacer...no se qué hacer — se repetía mil y un veces a la vez que removía sus cabellos desesperado.
A diferencia de este, su compañero de piso Kihyun estaba demasiado tranquilo. Para lo único que hacía acto de presencia era en ver como el menor se desesperaba cada vez más y más, hojeando de vez en cuando una revista, limitándose en suspirar y poner los ojos en blanco cada que Changkyun decía una nueva estupidez. Aunque lo hacía con una sonrisa de por medio, era la primera vez que le veía hacer semejante problema por sólo una confesión. Si eran compañeros de cuarto, se supone que debería estar acostumbrado a este tipo de comportamiento, pero como ya lo había dicho antes, aún con ya dos años conviviendo juntos, le era imposible predecir cómo reaccionaba el menor frente ciertas situaciones. Nunca se le había cruzado, ni siquiera como una mínima posibilidad, que se tomaría una confesión de amor como si se tratara del error más grande del mundo, sabía que estimaba, es más, le encantaba aquel chico al que se había confesado.
Y no lo negaba, estaba más bueno que cualquier otra cosa en el planeta.
Pero ese tampoco era el punto.
El punto era que nunca pensó es que estaría tan alterado como para querer tirarse de un séptimo piso.
— Quizás ya no me hable no sé que es peor. Aunque si me deja de hablar es lo mejor así evito la vergüenza. — Sus pensamientos habían sido interrumpidos por parte del azabache, como buen amigo que era debía darle algún consejo para que se calmara ¿No? Era lo más lógico.
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Te odio pero a la vez te amo
FanfictionA nadie le resulta fácil confesar lo que siente, aquellas emociones que se tiene por la otra persona y hacen a uno querer gritar (quizás de alegría o desesperación, quién sabe) En el caso de Changkyun, decidió que lo mejor fue confesar sus sentimien...