TU Y YO "Una lucha de poder"

Perseguida

 Marina

Escuche un disparo, seguido de un agudo dolor en mi brazo derecho, los latidos de mi corazón comenzaron a invadir mi cabeza como si se tratase de un tambor , respire hondo y me obligue a reaccionar,  Lo que gracias a Dios sucedió en unos segundos, agudice mi oído tratando escuchar a mis perseguidores entre los sonidos de la noche que incluían los autos y sus peculiares sonidos, una ambulancia que se escuchaba a lo lejos   y susurros  de  raras conversaciones las cuales llegaban a mis oídos traídas por el viento, pero  aun así sus fuertes pisadas se diferenciaban de cualquier sonido, grandes zapatos de hombres  los cuales  de formas violeta una y otra vez eran  azotados contra el duro asfalto, solo con poner atención se podía   entender su urgencia, un sentimiento de apremio se instalo en mi pecho, seguí corriendo casi por inercia estaban pisándome los talones,  luego de unos mininos me debute a observar el oscuro callejón que tenia por delante,  soltando el aire que hasta ese momento  no me había dado cuenta estaba reteniendo,me dirijo lentamente hacia la esquina mas alejada del callejón   perdiéndome entre las sombras, cuento varias veces hasta mil lentamente lo cual  ayuda ami mente a tranquilizarse,  con las manos temblorosas tomo el celular desechable que compre en la mañana y escribo un mensaje de texto para  Dante, el único número que tenia programado. 

  Dante:

Tengo el paquete voy en camino

Bote el teléfono a un basurero cercano y seguí corriendo camuflada por las sombras por algunos minutos, hasta que me tope de frente con mis perseguidores, a unos metros de distancia un gran hombre me observaba como un halcón observando a su presa y yo literalmente me sentía como un ratón, podía sentir sus ojos puestos en mi y tenia total certeza que estaba calculando mis movimientos, así como yo estaba calculando las posibilidades de huir en la calle que se encontraba a mi derecha, pero cuando volví a mirar en su dirección dos hombres se acercaban por detrás de su posición y en vista de la nueva compañía desistí de la posible posibilidad de huir de todas maneras  ya no tenía energía para seguir corriendo.

- ¡LA ENCONTRAMOS¡- gritó uno, mientras el grupo se acercaba a mi ubicación

ya que no iría a ninguna parte,  los observo con detenimiento   mientras se acercan , las luces de un auto alumbran la calle, haciendo un efecto sombra en los tres hombres que caminan hacia mi,  lo  que hace que pueda ver la perfecta silueta de sus cuerpos trabajados y musculosos y cuando digo musculosos es porque no hay una gota de grasa en esos cuerpos y no se si soy yo la que los ve caminando en cámara lenta,  o  si realmente lo hacen, sigo mirándolos   embobada hasta que dejo de mirar su hermoso cuerpo y me centro en su rostro, lo que me hace volver a la realidad a  mi ,mi lívido y mis neuronas. observando su rostro puedo determinar que   dos de ellos son  esbirros del clan de los Ruso  y el  tercero es el mismísimo Erick Russo, esto se pondrá muy interesante pienso.

- Aquí estoy Russo- grito, cuando se encuentran a pasos de mi ubicación 

Camino hasta estar en frente del líder del grupo Erick Russo,  un hombre de un metro ochenta espalda ancha, cuerpo tonificado, pelo castaño, grandes ojos verdes y labios carnosos, muy guapo pero un idiota y le digo -que triste,- haciendo un puchero, -pensé que jugar a las escondidas contigo sería más interesante, pero ni modo YA ME ABURRÍ,- observo como su cara se trasforma, aprieta su mandíbula, sus pupilas se dilatan y sus fosas nasales se abren y cierran producto de la rabia.   

-¡¿A qué crees que estás jugando?¡- Me pregunta  mirándome intimidatoriamente, mírate dice  con desdén, mientras me apunta- estas sangrando con suerte te mantienes en pie y crees que puedes salir victoriosa.

- si respondo- desafiándolo saldré victoriosa espera y veras

- Ja ja ja pero que seguridad, que pena romper tus ilusiones de niña tonta- dice burlonamente mientras me toma de la cintura  eliminando absolutamente mi espacio personal quedando a centímetros de mi rostro puedo sentir su respiración en mi cuello cosquilleando  y aunque no es algo desagradable me concentro en lo que está sucediendo y trato de zafarme.