Cuando eres la hija de un mafioso no tienes muchas opciones, los cuentos de hadas no existen y no hay espacio para el amor. Eso es lo que cree Marina Costelo, quién está decidida a ganarse su lugar en la mafia, tenga que llevarse por delante a quién sea, más aun si esa persona es Eric Russo hijo de otra familia de mafiosos, lo que no sabe es que sus vidas van a cruzarse de más formas de las que imagina y que será imposible volverlas a separar.