Aflorada de sentimientos que surgen sin motivo, emociones que engañan e ilusión que surge y resurge sin venir a cuento.
Llena de dilemas amorosos, problemas piadosos. Así es ella, la adolescencia.
Y de tal misma manera lo es para mi.No tener nada y en poder el mundo,
creerse un dios y remar sin rumbo.Ellas ni me hablaron, yo ni las conocía;
hablando de mí día a día, a través de la poesía.Semejante al mar es mi vida,
son las olas quien me guían;
mas yo no esperaba esto,
nunca me comparé con el resto.Simplemente fueron ellas,
quienes me apagaron en la huida;
para activarme en esto que llaman vida.¿Con el fin de volverme loco?
¿Para dejarme con el corazón roto?De verdad que no sabía que hacer,
y sigo sin saber.Siento que las quiero,
pero lo jodo todo luego;
noto que las amo,
entonces seguro que la cago.Porque este mundo es travieso,
y vosotros diréis que me importa a mi eso.Me siento incómodo,
en la comodidad de las suyas vidas;
no se imaginan mi preocupación,
lo tiraré todo, hasta el ron,
lo dejaré muerto, el amor,
me matará, este dolor.Y por mucho tiempo que pase no comprenderé a esta mi juventud, dejarlo todo para el final.
Por mucho que escriba, no puedo desahogarme, ya que este dolor no me lo quitará nadie. Bueno ellas si que pueden hacerlo, pero tendré que ser yo quien mueva la primera ficha, o sino las perderé de vista. Y es que yo no quiero eso.Espero que lo entiendan, que me entiendan.
No tener nada y en poder el mundo,
creerse un dios y remar sin rumbo.