-¿Que demonios hago acá abajo?- escuché una voz masculína a lo lejos.
Abrí mis ojos y levanté lentamente la mirada para ver de dónde venía.
-¿Que co--me interrumpí al ver a Joaquín tirado en el suelo envuelto
en todas las sábanas haciendo que estallara en risa.
-Hey! sigues haciendo lo mismo de antes!-dijo levantándose.
-Y eso nunca cambiará- me senté en el borde de la cama calmando mi risa.
Cuando eramos pequeños y dormíamos juntos yo siempre lo tiraba de la cama cuando estabamos durmiendo y él amanecia abajo envuelto en las sábanas como ahora y yo destapada.
-Viejos tiempos- le miré con cariño.
-Si- se levantó del suelo.-Hey debemos de arreglarnos-
-¿Para que?-estaba confundida.
-Para ir a grabar el comercial- dijo obvio.
-Oh sierto!- levanté la voz.-Bien me iré a duchar-me dirigí al armario para sacar ropa.
-Bien, yo iré a ducharme al otro baño- abrió la puerta de la habitación para salir.
-Bien, ve- le sonreí. Joaquín solo me guiño el ojo y desaparecio.
Saqué de mi armario unos short altos de cintura y cortos de pierna de mesclillla, una polera de hilo que dejaba ver mi sostén y también mis hombros, y unas vans negras. Cogí ropa interior y me adentré al baño para ducharme.
No fue una ducha ni muy corta ni muy larga. Me envolví en una toalla y la otra la use para mi cabello.
Salí a mi habitación y seque mi cuerpo rápidamente, puse crema sobre mi piel para que no estuviera tan reseca. Me vestí y solté mi cabello mojado para que se secára a lo natural.
Fui al baño para poner un poco de maquillaje. Puse base en la inperfecciones , encrespé y puse rimel con volumen en las pestañas y por último pinte mis labios con un labial rojo suave.
Puse perfume en mi muñecas , resfregé detrás de mis orejas y cuello. Lista.
Tomé mi iPhone y mis audifonos , y los puse en mis bolsillos.
Salí de la habitación y baje las escaleras para ir a la cocina a desayunar.
-¿Lista?-preguntó Joaquín comiendo una tostada.
-Más que nunca- saqué una manzana de la frutera.
-Bien...entonces vamos- mostró su perfecta sonrisa.
-Bien-le sonrei.
-¡MAMÁ VAMOS A SALIR CON JOAQUÍN!- grite desde la escalera hacia arriba.
-¡BUENO!-devolvió el grito.
-Nunca cambias Levin-rió Joaquín.
-Tampoco lo aré- reí.
Cuando eramos pequeños y yo iba a casa de Joaquín siempre le gritaba a mi madre o padre aun que estuvieran en la cocina o el segundo piso.
Salimos de casa y nos subimos al auto de Joaquín.
-¿De que es el comercial?- le miré.
-De ropa-
-¿Que tipo de ropa?-
-Ropa de verano y aveces ropa interior-
-¿Has salido en ropa interior?- estaba sorprendida.