Me aseguro de que Amanda aún no ha entrado en el cuarto y abro esta agenda, tirando de una de las cuerdas para soltar la lazada que la cierra en el costado derecho. La abro por la mitad después de haber acariciado todas sus hojas y de haber conseguido que mi rostro se impregne de su olor, y me encuentro una hoja algo amarillenta, con una enorme mancha de grasa en la esquina superior derecha, completamente llena de palabras escritas con pluma, que al unirlas desvelan la próxima historia:
"- Hola, muy buenos días- dijo el vendedor, sonriente al ver que una hermosa muchacha cruzaba la puerta de su pequeña tienda- ¿qué le trae por aquí?
- Buenos días- dije, iluminando a mi paso y sin darme cuenta, cada estantería de aquella habitación- me ha llamado la atención la antigüedad de la tienda, tanto por fuera como por dentro, ¿qué se vende aquí?
El hombre no dijo nada, me miró muy fijamente mientras revolvía el poco pelo que tenía en la cabeza y después acarició su barba pacientemente. Tras un par de largos minutos esperando a que reaccionase vi como se acercaba a la escalera para alcanzar una de las cajas que había colocadas por todas partes.
- Perdone señor- me acerqué un poco hacia la estantería y al escuchar que el suelo crujía de manera muy irritante, retrocedí- tengo algo de prisa y no me ha contestado aún, siento las molestias pero debería...
- ¿Qué es eso que tanto le urge señorita?- me dijo mientas fruncía el ceño y bajaba de la escalera con una caja en sus manos- ¿es que hay algo mejor que hacer que estar en esta tienda durante horas y horas? Yo personalmente adoro poder estar haciendo nada, no sé usted que opinará al respecto.
- Por supuesto, a mi también me encanta no tener que hacer nada pero debo ir a la universidad, ya sabe, los estudios...
- Claro, por supuesto, los estudios siempre irán primero- dijo sin prestarme mucha atención, rebuscando en la caja que acababa de posar sobre la mesa. Sacó unas gafas de el bolsillo de su camisa de cuadros y por fin continuó hablando- ¡ajá! aquí está, ya tengo tu etiqueta.
No entendía nada, a decir verdad solo tenía ganas de marcharme de una vez de esa antigua tienda y creer que todo aquello solo había sido un sueño, pero el vendedor se acercó a mi y yo me quedé inmóvil. A pesar de querer huir mi cuerpo no reaccionaba y pude notar como una de sus heladas y huesudas manos me agarraba el brazo izquierdo, mientras que la otra aplastaba algo sobre mi espalda.
- Ya está jovencita, ya tienes tu etiqueta, puedes irte. Debería ir pensando en comprar más etiquetas en las que ponga "uno más" cada vez más gente las necesita.
Y esto es todo mamá, no entendí muy bien lo que ese hombre quería decir con la etiqueta que me colocó, pero con el paso de los años me voy dando cuenta de que lo que qyería demostrarme era que no podía permitirme el lujo de ser uno más, para ese papel ya había demasiados candidatos, y desde entonces me he propuesto ser la protagonista de la obra, protagonista de mi popia obra, ¿qué te parece mamá?
Cuando puedas contéstame, te quiero.
Marie."
ESTÁS LEYENDO
MARIE
Teen FictionUna obra en la que muchísimos jóvenes han sido partícipes, un honor haber trabajado con tantas personas y un misterio por resolver el de Marie. Sin más dilación, atrévete a descubrir el intrépido mundo de Julia, a saber que sensaciones nos deparan e...