-Señor, la gente de Rusia ha solicitado hablar con usted-dice Antoni frente a mi escritorio.
-Esta bien, acomoda una reunión-le digo, mientras miro documentos.
-Señor-dice Antoni nervioso-¿sabe quien es el que maneja todo en Rusia?-me pregunta con voz temblorosa. Yo dejo lo que estaba haciendo y lo miro.
-No -le respondo-¿tu si?
-Si señor-bajó la cabeza-estuve investigando y... Es muy poderoso, es el cabecilla en Europa, al parecer la reunión es sobre el cargamento que recibieron en Francia.
Trago saliva y me arde la garganta, esta seca.
-No nos alarmemos por eso-digo con voz calmada, pero no era así estaba nervioso, cualquier mal movimiento y todo se iba a la mierda-y me parece muy bien que investigues nuestros inversionistas.
El me dio una sonrisa en forma de agradecimiento por el cumplido.
Antoni salio de mi oficina y seguimos con el trabajo. Era agotador tener que lidiar con ineptos para este trabajo.
Antoni entra en mi oficina, ya era de noche y yo estaba recogiendo mis cosas.
-Señor la reunión con la compañía rusa es en una hora, en su hotel-yo volteo a mirarlo rápidamente.
-¿Por que ahí?-le pregunto un poco enojado, no quería que mi trabajo se combinara con mi vida privada, y mi hotel era parte de eso.
-Al parecer uno de ellos también esta hospedado ahí-me informa mientras vamos bajando por el ascensor-lleva al menos unos 5 días en Argentina.
No le respondo nada mas. Estaba nervioso y no sabia por que.
Cuando llegamos al hotel, el auto se estaciona, bajamos y nos adentramos en el hotel.
-Por aquí señor-dice Antoni guiándome al restaurante privado, ¿por que aquí? Pregunto para mis adentros.
Al entrar en aquel restaurante me quedo mirando todo el lugar en el cual hay un hombre sentado, de traje, se me hacia conocido. El es... El inversionista?.
Antoni y yo nos acercamos a el, y cuando estamos frente a aquel hombre siento mi corazon palpitar fuertemente contra mi pecho, ¿como podía hacerme esto con solo mirarme?.
Sus ojos me miraban de pies a cabeza hasta que habló.
-Así que nos volvemos a encontrar-dice sonriendo sin despegar sus labios. Esa maldita sonrisa...
-Y-Yo... Eh, eso parece-digo, nervioso su presencia causaba algo extraño en mí.
-Así que ya se conocían-dice Antoni-Mucho gusto...-y cuando Antoni nos iba a presentar el nos interrumpió.
-Conozco muy bien sus nombres-dice con modestia.
Hay tensión en el aire Antoni ya nos miraba inquieto y corto aquel silencio.
-Entonces... Vinimos por negocios, asi que comencemos-me siento frente a el y Antoni se sienta a mi lado derecho.
-Eso es correcto-dice el recostandose en la silla-la primera vez que nos vimos no me presenté-carraspea y se sienta derecho-mi nombre es Mikhael Nóvikov-dijo extendiendo su mano hacia mi-un gusto.
Yo mire su mano unos segundos que parecieron eternos y la tome.
-Anton D'alessandro.
Al hacer contacto con el, sentí un corrientazo por todo mi brazo, como si hubiese tenido una descarga de adrenalina y a la vez... sus latidos ya que fue un fuerte apretón.
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Nuestro
Romance¿por que cuando amamos, lastimamos? ¿somos capaces de dañar el amor de nuestra vida?, ¿existe siquiera el amor en este mundo?, ¿como un bebé puede causar la guerra entre dos países? La decision mas dificil que ha tenido que tomar Anton, amar o morir...