Esta historia de la vida real trata de cómo yo; una tonta y débil persona, hace cosas que no debería hacer. Las razones del acto no serán mencionadas para proteger mi dignidad, algunos nombre fueron borrados o censurados para proteger al testigo.
Quiero aclarar que el escribir una historia tan personal como esta y sobre todo tratar de contarla lo más entendible y detalladamente posible ha sido un reto que quiero que tomen en cuenta a la hora de juzgar mi escrito, no digo que esté bien hecho y que no tengan su opinión al respecto; ya que son libres de hacer lo que quieran, sólo digo que esto es nuevo para mí y que piensen bien lo que vayan a hacer o a escribir porque no se sabe qué tipo de persona está del otro lado y qué clase de reacciones tenga debido a sus comentarios. Dicho esto les doy la bienvenida a mi vida...
Cuando estaba en sexto grado de primaria (a los 11 años) me gustaba rayarme los brazos con el lápiz que utilizaba para escribir, le sacaba punta lo más que podía y en el receso rayaba mis antebrazos de extremo a extremo, me gustaba sobre todo ver que la piel se hinchaba por unos minutos y a veces salía un poco de sangre, pero lo dejé porque mi padrastro se dió cuenta. En tercer año de secundaria (14 años), en un impulso que no sé de dónde vino, me saqué la sangre con una jeringa que había apartado del botiquín que teníamos en casa; me gustaba verla y era algo nuevo, eso se repitió otras dos veces y en la última tuve que dejarlo; ya no me sorprendía. Cuando decidí cortarme las piernas por primera vez admito que estaba asustada pero lo que me motivó fue el enojo y el dolor emocional. A los 15 años mi mente era un circo emocional. Lo hice en el baño con una hojilla, recuerdo que quería hacerlo superficial y en su momento no pensé en la sangre sólo quería hacerme daño, exteriorizar todo ese dolor que sentía y eso duró meses. Y hablo en serio cuando digo que esa fue la última opción que tuve para desahogarme; lloré, escribí, intenté hacer nuevas amistades, bebí; bebia antes de ir al colegio y lo gracioso es que sólo una persona lo notó, todos me decían que actuaba más raro de lo normal pero no sabían el por qué. He sido muy nerviosa a lo largo de mi vida, desde pequeña tengo ciertos problemas para socializar y mantener la calma alrededor de muchas personas y por eso quiero dejar en claro que si tomé esa desición fue porque todas las demás se habían agotado. Mi familia no sospechaba nada, siempre utilizaba ropa larga y las faldas del colegio tapaban las cortadas ya que lo hacía en la parte superior de las piernas. No recuerdo en qué momento pasé de hacerlo por dolor a hacerlo por gusto. Recuerdo que cuando no quedaba espacio en mis piernas tenía que esperar hasta que algunas sanaran para poder seguir cortandome, era horrible esperar porque me encantaba ver mi sangre y cada vez que podía entraba al baño sólo para verme las piernas. A los 16 se lo conté a mi mejor amigo y claro que él estaba en desacuerdo conmigo, no le gustaba para nada lo que hacía y aún así no le dijo nada a nadie. A mediados de Abril un amigo llamado Andrés se comenzó a hacercar hacia mí y yo me dejé *risas* (ahora viene el romance a mi vida) ese mismo mes fuimos novios y para mi sorpresa él también se cortaba. Teníamos muy poco en común pero decidimos intentarlo, él me había gustado desde que tenía 12 años y creía que funcionaria. Unas semanas después estaba cortandome en mi cama (no había nadie en casa) y como no tenía espacio en ninguna de mis piernas, y tenía la necesidad de cortarme ese día debido a la abstinencia de la cicatrización, decidí cortarme ligeramente los antebrazos; fue un grave error. Lo que parecía ser delgadas líneas horizontales terminó siendo gruesas líneas horizontales, se volvieron de un color rojo oscuro cuando llegué al colegio. Estaba completamente asustada, lo bueno es que esa mañana salí a la casa de mi mejor amigo para contarle la estupidez que acababa de hacer. De su casa fuimos al colegio así que no había visto a mi madre desde la noche anterior, esa tarde cuando estábamos todos saliendo del colegio le dije y le mostré a mi hermana menor la estupidez que había hecho. Yo sabía lo que venía, por eso no dije nada sobre las cortadas en las piernas, ya que eso me traería más problemas y también implicaría dejar de cortarme (cosa que no quería dejar de hacer). Recuerdo que después me dijo si también me había cortado las piernas ya que una de sus compañeras lo hacía, le dije que no. Esa noche se lo conte a mi mamá. Fue lo peor, fue triste, fue doloroso verla llorar y saber que yo era la causante de todo. Despúes de horas hablando y dejarme en claro lo decepcionada y enojada que estaba conmigo pudimos dejarlo para otro día. Pero esa mañana se dió cuenta que no era un brazo el que yo había cortado; eran los dos y todo lo que pasó esa noche comenzó de nuevo. Ese día en el colegio yo estaba abrazada a mi amigo llorando y con un abrigo, ya que ella no iba a dejar que me vieran con las cortadas, y fue completamente desgarrador todo eso. Mis hermanas estaban enojadas conmigo y yo misma me odiaba en esos momentos de angustia, pero todas se comportaron lo mejor posible y no le dijeron nada a nadie, era como un secreto de familia, más nadie lo sabía. ¿Recuerdan a Andrés? Ambos decidimos dejar de cortarnos e hicimos un pacto (y no con sangre); ninguno se cortaba sin el otro (tonto, lo sé, era lo mejor que podíamos hacer en nuestra situación)
Luego ocurrió que otro chico, uno de los amigos de Andrés, estaba enamorado de mí (cosa que veo muy rara) y al parecer a Andrés no le gustó y en una de esas tardes estábamos todos en el colegio y él fue al baño y rompió el acuerdo, mi amigo me dijo lo que había hecho; se cortó el hombre con un cuchillo que él tenía en su mochila, tenía varias cortadas y se veía la sangre en su camisa, claro que se cubrió con un abrigo o algo pero el sólo hecho de cortarse de esa forma era preocupante. Yo lo hacía por gusto y un poco por necesidad, él lo hacía porque no tenía otro recurso y era muy cerrado. Un día el otro chico se hacercó a mí y me llevó a una esquina del salón y me mostro su hombro; cortadas. No podía creerlo ¿cómo vas a cortarte para caerle bien a alguien? Yo sentía vergüenza cada vez que me cortaba y odiaba lo mucho que me dolía y las cicatrices que dejaba, no entendía a ese chico pero me agradaba así que traté y hablé con él sobre ese tema y creo que lo dejó no estoy segura. Andrés y yo tuvimos varios problemas; principalmente de comunicación y confianza, así que a inicios de Julio le mandé un mensaje por whatsapp y le dije que habíamos terminado, pero se lo dije con mucho tacto (lo sé, soy una hija de puta sin corazón) sé que no debí hacerlo pero cada vez que estaba con él me sentía mal, desconfiaba y lo peor esque me cortaba con más regularidad que antes, tenía que hacer algo. Y esa desición la tomé después de hablar horas con mi amigo y creo que en su momento era lo más "sano" que yo podía hacer. Estar años enamorada de una persona y cuando por fin estas con ella te das cuenta que era mejor cuando no estaban juntos es difícil de asimilar pero gracias a esa relación que no duró ni tres meses pude darme cuenta que no me gustaba para nada, era algo que yo había llevado a los extremos y se parecía a una obsesión más que un gusto por alguien. ¿de qué se trataba la historia? ah! cierto; de mis piernas. En fin, nos alejamos y yo comencé a cortarme menos y poco a poco fuí dejándolo por desición propia, estaba cansada de seguir ocultándo ese secreto. Nos mudamos a dos horas de distancia y ese día Andrés me dejó en claro que no me iba a hablar más, al parecer yo no le importaba ni como amiga, puedo entenderlo después de todo.
En Enero de 2016 despúes de año nuevo mi familia y yo estábamos almorzando y yo de tonta estaba usando unos shorts y mi madre se dió cuenta de las cicatrices de su hija, yo creía que iba a volverse loca al punto de amenazarme y gritarme con una pizca de prejuicio, pero pasó todo lo contrario; ella no dijo nada, no me gritó, no me dijo que estaba decepcionada, no hizo nada y todo eso era extraño. Mis hermanas sí preguntaron de todo; razón, qué estaba pensando, por qué y todo tipo de preguntas que yo trataba de contestar con la mayor sinceridad posible. Mi hermana mayor era la que más preguntas hacía y estaba molesta no sólo conmigo sino también con mi madre, recuerdo que una vez la escuché decirle "¿Por qué no le dijiste nada? ¿Cómo estás segura de que no lo va a volver a hacer, sabiendo que tú no le dirás nada?" Después de eso ella cada vez que veía mis piernas me decía lo decepcionada que estaba y lo horribles que erán. Debo dejar en claro que me gusta ver la sangre y la única manera de tenerla cerca fue por imágenes, de ahí biene mi gusto enfermizo por el gore, tenía un montón en mi teléfono y siempre buscaba más y más imágenes, Tumblr fue la solución más aceptable y Amino, pero casi todos los grupos de gore en Amino no aceptan cierto tipo de contenido y son grupos muy inactivos en su mayoría.
Para que lo entiendan es como querer unos zapatos y sólo tener imágenes de los zapatos; uno quiere tenerlos puesto y sólo cuando los tienes es cuando eres feliz, eso me sucedía con la sangre y las cortadas. Sé que esa analogía es rara pero es lo mejor que puedo hacer, ok? Vale, admito casi abiertamente que hay días en los que las ansias de cortarme son tan fuertes que hago pequeñas laceraciones en la parte superior de UNA sola pierna, lo que ya es bastante impresionante de mi parte.
Creo que es todo lo que tenía para contar, me parece que pude resumirla lo suficiente y ya quiero dejar esta historia en el pasado, no la quiero volver a revivir.
The End. 09.06.17
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Pensamientos de una chica sin suerte
Non-FictionCuando mi lengua calla y mis nervios atacan, mis dedos escriben.