05| Probablemente

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---Dmitri---





(Relata Eileen)-----------------------

Anochesia. Después de una increíble parrillada, o barbacoa. (Como la conozcas tu) Lo que había era mucha carne sobre las brasas... Condimentada y ahumandose a causa del jugo que escurría hacia el fuego. Abriendo el apetito de todos los chicos, que ya habían pasado casi toda la tarde en el agua. Las costillas de cerdo picantes estaban deliciosas. Las papas asadas en su punto. La mantequilla humeaba y se escurría en sus improvisados contenedores de aluminio.  Todo el mundo estaba muy animado, sentado comiendo a gusto.

Entonces escuche esos gruesos sonidos de placer al costado del bracero, en el sector donde Hanigger había instalado la cocina. Christoff  acelerado quitaba el aluminio de ese empaque que había quitado de entre las ceniza, intentando no quemarse los dedos. Mientras los otros dos hombres acercaban apresurados sal y otros condimentos. -...mmmgggrrrrrrgggr....- había sonado desde las tres gargantas... Podría incluso asegurar que a Christoff se le hizo agua la boca...

-¿quehh?- balbuceo Aura expectante. ¿Qué clase de cosa podía provocar esa sensación? ¿Cómo era posible que aparecieran sin aviso sus instintos primarios?... La intriga se hacía aún más intensa. A metros de distancia. Solo sabíamos, que ellos algo estaban revolviendo en ese gran boul.

-¡Servilletas!... - exclamó acelerada Aura y me empujó convencida de que yo iba a ceder a su loca idea de acercarme al Profe y sus amigos a molestar.

-yaaaahhh.... ¡Ve!- insistió mientras Dafne me subía una ceja con esa mala intención en la mirada...

-¿por qué no vas tu?- le pregunte a Aura.

-El hombre está como quiere... Pero no soy yo su damisela en apuros...- se explicó con esa suave voz insidiosa mientras hacía ese gesto tomando mi mano. Recordándome, el asunto de puente colgante.

-Ahg... Si... Claro- reclame y me empujaron. No tengo idea como llegue dos metros más allá de ese tirón. Ya estaba a medio camino. ¿Qué le iba a hacer?... Me acerqué a la mesada así como si nada, con la mirada baja intentando no llamar la atención. Y tratando de recordar en qué bendito contenedor Hanigger había guardado las servilletas de papel.
Cuando supuse que debía estar en esa enorme caja con tapa verde y me agaché a revisar si estaban ahí, sentí que tomó alguien tomó mi muñeca...

-Solara... Ven prueba esto...- escuche a Christoff y demonios mi corazón comenzó a hacer notar. No alcance a bajar. Él me puso de pie. Instantanea vi a unos dos centímetros de mi boca esa cuchara, rebosante de verduras asadas... A penas alcance a respirar.  Tome un segundo, Dmitri y Dean se detuvieron a observarme.

-¡abre!- insistió Christoff sonriendo expectante. Sin tomarle la gravedad al asunto. Con esa espontaneidad, lejos de la mala intención.

Separe... Mis labios... No mucho, ni muy poco... Lo suficiente... Sin prestar mucha atención. Porque no pude obviar la mirada de Hanigger. Que nos veía detenido. Hasta sentir el fondo de la cuchara sobre la lengua... Y no sé cómo, solo ocurrió. Sujete la mano de Christoff, que aún sostenía la cuchara hasta que la soltó y  cerré los ojos al terminar de llenar mi boca con eso que estaban preparando... No tenía idea. Saboreé... Mastique. Creo, sonreí. El grandote me veía, con esa ceja arriba y esa actitud arrogante.

-¿y?- escuche a Dmitri.

-Esta.... Muyyy.... Bueennna- arrastre las palabras. Esa ensalada de verduras asadas... Jamás sospeche que era posible.

EX. (Cuando eramos amigos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora