Era de noche, la brisa soplaba tan fuerte que sentía como estremecía todos mis músculos. Desde aquella terraza la luna se veía tan cerca, tan cerca como te sentía a ti. Estabas ahí, acostado al lado mío, mientras tus brazos me protegían del frío de la noche.
Escuchaba tus respiraciones y sólo podía cerrar los ojos para agradecerle a Dios por permitirme estar en ese momento contigo, para poder capturarlo y atesorarlo para siempre en mis recuerdos.
Aquella noche... sabía que sería nuestra última noche así juntos compartiendo amor. Mi alma ardía y por un segundo cuando menos me dí cuenta, ya una lágrima recorría mi mejilla. Tú te diste cuenta, pero ambos preferimos callar las razones y mientras limpiabas mi mejilla, sé que sabías la razón de mis lágrimas y sollozos.
Sabíamos que nuestro amor había llegado hasta esa noche, ambos lo sabíamos, esa era nuestra despedida de años de lucha. Porque el tiempo nos había ganado, nuestro amor había perdido y ya no había marcha atrás.
Y aquella chaqueta verde limón, quedaría grabada en lo más profundo de mis sentimientos para toda mi vida.
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Efímero
RomanceNuestro amor había llegado a su final. Sólo quedaban cartas que nunca envíe y recuerdos en común de aquella historia que ambos compartimos, pero echamos al olvido.