Capítulo 3

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Seokjin se despertó sintiendo algo pegajoso en su cara. Horrorizado pensando en lo que podría ser, se levantó de la cama en un salto y se acercó al enorme espejo, para hacer ciertas sus pesadillas. La mascarilla desinfectante ultra protectora quita arrugas rejuvenecedora de ultima generación que se había aplicado la noche pasada no se había hecho uno con su piel como era normal(?. 

Corrió como loco al baño a limpiarse la cara, dejando ningún rastro de crema. 

Jeongyeon se asomó por la puerta mirando con una sonrisa a su hermano gemelo. 

''No pongas esa sonrisa pendeja, ¡mi hermosa cara! ¡Me fui una hora antes a dormir y no pude hablar con Ken por más tiempo para que funcionase! '' Gritó lloriqueando. 

''Sólo es una crema, Jinnnie. Además, tu estás guapo sin necesidad de esas cosas. ''

Jin puso cara de ofendido. ''Primero de todo, soy 2:33 minutos mayor que tú, así que me respetas. Y segundo, obvio que soy guapisimo. ''

Jeongyeon rodó sus ojos y con una sonrisa y negando con la cabeza se dio la vuelta, caminando a la cocina a preparar el desayuno. Suspiró cuando vio la foto de su madre colgando de la pared. A lo mejor, si ella no hubiese nacido esos 2:33 minutos después, ella seguiría allí. 

Sintió unos brazos a su alrededor y sacudió su cabeza. 

''Yah, Seokjin hace calor" Se quejó mientras se zafaba de los brazos de su hermano, cuando sin querer chocó contra uno de los enormes hombros de éste. Con una expresión de dolor increíble se separó de él, llevandose una mano a la frente, en el sitio dañado. 

''Pero bueno, ¿de qué están hechos tus hombros? ¿De metal? ''

''Sí, porque soy Iron Man. '' Jin rió ante su (ni siquiera puede llamarse chiste) ocurrencia mientras Jeongyeon se daba sus últimos retoques. 

Después de desayunar corrieron a la escuela, la cual no empezaba dentro de media hora, pero aun así, nuestra eomma Jin quería stalkear al nuevo capitán de basket. 

Jin camino como toda una diva que es por los pasillos de su querido instituto en busca de Ken. No le fue difícil encontrarlo, pues el mencionado rubio llevaba una sudadera completamente rosa. Al igual que Jin. Porque aunque fuese primer día de clase, caía Miércoles, y los miércoles se vestía de rosa. Duh. 

Mientras Jin se reencontraba con su BFF, un cansado Kim Namjoon se abría paso entre la entrada buscando a sus amigos Jung Hoseok y Min Yoongi. 

Se le cansaba la vista, no había dormido esa noche pensando en qué ropa ponerse hoy, porque sabía lo mucho que SeokJin amaba ir a la moda, tanto como a Kim Taehyung. Total que al final había optado por algo tan simple como unos jeans rotos y una sudadera. Por fin encontró a Hoseok en el patio, hablando alegremente con Jennie Kim, quien lo saludó con una sonrisa antes de irse con Chaerin, quien recién llegaba con sus dos hermanos por detrás. 

Las chicas los dejaron y Woozi los saludó para irse también, dejando a los tres solos.

''Ah, ¿No es un día hermoso? '' Suspiró Hoseok mirando al cielo, suspirando.

''¿Qué tiene de hermoso que tu hermano tire tu gorra favorita a un charco de lodo porque tu hermana no quería devolvértela? ''Habló Yoongi dejando su mochila en el suelo.

''¿Qué tiene de hermoso que tu celular se haya muerto por culpa de stalkear a SeokJin? '' Se quejó NamJoon seguidamente.

''Sois los dos unos amargados. '' Hoseok rió y comenzó a caminar a la cancha de baloncesto con NamJoon, mientras Yoongi recogía su mochila del suelo y los seguía por detrás.

''¿Has traído una bola de baloncesto en la mochila? ¿Acaso tienes sitio para tus libros? '' La voz de Yoongi se abrió paso entre el aire matutino hasta los oídos de Park Jimin, quien movía sus piernas al ritmo de Taehyung, quien no paraba de fangirlear con su nueva chaqueta de Gucci, mientras que se quitaba las gafas de sol de Ray Ban y sonreía, abriendose paso entre la multitud que lo miraba con admiración y cariño a la vez. Todos amaban a Kim Taehyung, y también a su hermano menor, Jungkook, quien se junto con ellos justo en la puerta de clase. 

SeokJin y Ken hablaban de moda tranquilamente, mientras caminaban con estilo hasta su salón, antes de que tocara el timbre. 

Todos parecían llegar temprano el primer día de clases. Todos menos los tres alfas que se encontraban en la cancha, corriendo en dirección al edificio, en una carrera contra reloj, esperando llegar antes que la profesora a su clase. 

This Thing Called LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora