El boleto

1.4K 276 191
                                    

Eran las siete de la mañana y nos estábamos cagando de frío esperando el colectivo. Yoon Gi se abrigó tanto que le pregunté si no traía la frazada abajo de la campera...

—Estás re duro—le dije, riendome, aunque yo estaba más cagado que él.

—Ni te imaginas —me hizo una rara expresión, elevando las cejas.

—Sos un enfermo.

—Pero si no dije nada, que pensés mal no es mi culpa. Tu mente está podrida.

No iba a negarlo, era cierto. Desde que abrí por accidente una aplicación llamada wattpad y encontré puro porno ya no era el mismo. Estuve, después de eso, malinterpretando todo lo que me decían, creyendo que tenía doble sentido. Mi vieja me preguntó si quería ir al psicólogo, según ella mi mirada perdida en el vacío le hacia pensar que era un psicópata encubierto.

—Ahí viene el cole, dale, paralo, no quiero sacar las manos de los bolsillos—me dijo como si yo fuera su esclavo.

Lo miré con mala cara y bueno, igual lo hice. El cole paró de un frenazo y toda la gente que iba adentro se inclinó hacia adelante a punto de desnucarse, típico.

Subimos y empecé a sacar las moneditas porque mi tarjeta no tenía crédito. El chofer ya me miró medio mal, tenía pura moneda de 25 centavos.

—¿Cuánto está con monedas? —le pregunté medio con miedo a que me mordiera.

—10 pesos, querido...

—Apa...

—¡Dale guacho!—gritó uno que estaba atrás de Yoon Gi esperando a subir.

—A ver, cerrá el ojete tarado. Son las siete de la mañana— un pasajero que iba sentado adelante se re calentó y después empezaron todos a putear.

Yo seguí metiendo las moneditas hasta llegar a los 10 pesos. El ticket ni salió, pero mejor ni le decía al chofer porque estaba mirándome por el espejo con cara de querer matarme.

Después de media hora que metí las monedas se había hecho la fila más larga para subir que nunca vi. Yoon Gi estuvo buscando la tarjeta en los bolsillos y después revisó en la mochila. Me miró y me dijo.

—Boludo, me olvidé la tarjeta, prestame monedas.

Y así fue como nos echaron del colectivo entre todos y nos fuimos a pata a la escuela.


YK Argento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora