Pequeño Travieso. [Riren/Omegaverse]

~Capitulo Dos~

Era lunes por la tarde, el pequeño omega ya iba camino de regreso a casa después de un día de labores escolares. Regresaba por el mismo lugar que vino solo con un motivo: Reencontrarse con aquel alfa.

-joder era por aquí... -buscaba con la mirada al alfa con el que había chocado anteriormente en la calle.

Caminaba a paso rápido, no quería correr, sabia que si lo hacia podría pasarlo por alto si estaba dentro de algún local.

Ya sin esperanzas de encontrárselo sintió un ligero olor a té negro, era un olor sumamente agradable para aquel omega, que de repente comenzó a sentir su cuerpo caliente. Sabia que era eso, aquel olor hacia que los síntomas de su celo aparecieran.

Aquel olor era tan sensual que comenzó a amarlo en ese simple momento. El olor del pequeño comenzó a liberarse, esto estaba de lo peor.

Corrió, como si lo persiguieran, que eso iba a comenzase a ser cierto si los alfas de ahí notaban aquel olor tan agradable, era como miel con yerbas frescas, no dudarían ni un segundo en querer ir a marcar como suyo a ese pequeño omega.

Llego a su casa, y se encerró en su cuarto. Su celo estaba dando los primeros síntomas. Su cuerpo se sentía caliente y sudaba, recordaba aquel olor a té negro que anteriormente había olido en la calle.

Se metió debajo de sus sabanas, recordó que tenia que salir a recoger un regalo para su madre, que cumplía años ese día. Maldijo en voz baja.

-Por que tengo que ser un jodido omega- pensó. A lo que del cajón de su mesa de noche saco una caja de pastillas, al menos cubriría su olor de su casa a la esquina que es donde estaba el pedido.

Se puso ropa de su hermana Mikasa la cual era alfa, trataría de ocultarlo aun mas con una polera.

Salio, pero al ver a la persona que lo atendió se dio cuenta que era aquel alfa de ojos color verde-Oliva, sonrió en grande pero al perecer su cuerpo reaccionaba con el.

-Eres tu de nuevo Eren- dijo el alfa con una voz firme, casi seria para un "saludo.

-Si, como le fue hoy a usted- sonrió, quería irse lo mas rápido, su cuerpo temblaba por la sercania de aquel alfa.

-levi, dime levi. Veo que tienes prisa, ve rápido a casa, no te vaya a pasar algo- sonó mas tranquilo y le entregó el regalo al pequeño.

-esta bien levi... Si gracias y adios- sonrió y regreso a casa corriendo, tenia miedo de que los supresores dejaran de funcionar.

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Aquí les dejo otro capitulo corto, espero les guste, muchas gracias por leer, sayonaraaa!