ADIDAS ➵ JEON, J. PARK, J.

Capítulo único

"¿Acaso no viste lo destrozado que lucía?"

"Nadie merece a un ser tan bello y puro como él."

"Ese cabrón se va a arrepentir por todo lo que le hizo."

Muchos de esos comentarios llegan hasta los oídos de Jungkook, haciéndole soltar pequeñas risillas burlonas. Le sorprendía la ingenuidad de sus compañeros y gran parte del instituto. Hoy la gente estaba más habladora que nunca, y es que la noticia de que la pareja más popular y envidiada de la escuela ha roto, no se toma a la ligera... Al menos no en este lugar.

¿Los protagonistas de tal escándalo?

Jung Mino, veinte años, proveniente de una familia adinerada y capitán del equipo de baloncesto. Si de algo se le conoce, es por ser todo un galán, esos que sólo salen en los más clichés y absurdos dramas. Toda una monería.

Y por último, pero no menos importante, Park Jimin. Diecinueve años, siendo hijo único y un humilde becarío originario de Daegu. Si existiese palabra que pudiera definir a Jimin, es sin duda alguna 'perfección'. Aunque ésta sea incluso demasiado pequeña para alguien como él.

Park Jimin es bien conocido por ser el tipo ideal de más de la mitad en la escuela. Inclusive a su corta edad logra impresionar con el visual que posee. Gracias a su carisma y encanto, puede derretir el corazón de las personas, sin importar edad o género. Siempre mostrándose atento con todos y expulsando amabilidad por cada poro de su diminuto cuerpo. Con excelentes notas y siendo un joven de buenos valores, hacen de él algo cercano a un Dios.

Sin embargo, eso no está fuera de ser más que una simple fachada, un personaje que supo crear ingeniosa y meticulosamente aquel pelirosa. Park Jimin, era un maestro del engaño y sólo existe una persona que conoce la verdadera cara de aquel chico; Jeon Jungkook.

Éste último no es de los que dejan buenas impresiones. De cabellera castaña, grandes músculos y rostro intimidante. Siendo un mujeriego que ha logrado llevar a más de una a la cama, pero, si las mujeres que le han permitido estar entre sus piernas fueran lo equivalente a sus notas semestrales, Jungkook no tendría que estar tomando el curso de nuevo.

Cuando los padres de Jeon se enteraron de las notas de su hijo menor, no dudaron en mandarlo a la residencia estudiantil dentro del instituto, en donde las normas son rígidas y las salidas nocturnas fueran imposible para el joven. Así es como Jungkook conoció al famosísimo Jimin.

Al principio no ponía atención del, en ese entonces, pelinegro. Iba a clases, regresaba a su dormitorio para hacer deberes, ejercitarse un poco, tomar una ducha e irse a la cama. Pero las cosas cambiaron a raíz de un sábado en la noche, cuando recibió un mensaje en su móvil de nada más y nada menos que su roommate. Jungkook se sorprendió con el hecho que Jimin supiera su número, porque básicamente la interacción con el chico era igual a sus probabilidades de pasar Inglés avanzado; nada.

"Necesito tu ayuda, por favor ven al estacionamiento trasero"

El castaño a pesar de ser una persona distante, es muy servicial, agregando a eso que nunca salía de su estancia, por lo que no le costó nada ir hasta donde Jimin. Sorpresa fue la que se llevó ante tal panorama: el ejemplar Park Jimin, más borracho que una cuba.

Fue entre risas y bromas que lograron llegar hasta su dormitorio, Jungkook en verdad disfrutaba del estado de Jimin, quien pedía de rodillas que no contara nada a nadie. Jeon sólo quería entretenerse con él, así que le dijo que tendría que pagar por su silencio.

No sabía cómo y cuándo, pero de un momento a otro, se encontraba encima de Jimin, embistiéndolo salvajemente, mientras el pelinegro rogaba entre sucias palabras por más estocadas. La noche concluyó así, ambos con la respiración jadeante y sus cuerpos bañados en sudor.