No soy una persona social. Nunca lo he sido, desde siempre he pensado que nunca lo sería. Pero las opiniones están hechas para cambiarlas ¿No es así? Estos últimos meses las han hecho cambiar mucho.
Por ejemplo, yo era de esas personas que veía un grupo de amigos gritando, corriendo y cantando por la calle y ponía mala cara. Me quejaba de lo mucho que molestaban y del ruido que provocaban. También veía a gente en mi clase quejándose de sus líos amorosos y de que si fulanito me había dejado por otra, que si me iba a liar con este otro...
"Tonterías, chiquilladas" mi mente repetía una y otra vez, pero unos meses después me encontraba llorando de amor por primera vez.
¿Parejas o novios? Perdidas de tiempo. Y aún así me emocioné cuando vi a Willian y a Aurora mirarse a los ojos y perderse en el infinito.
Salir a la calle lloviendo o simplemente quedar cuando se está torciendo el día ¿Quién piensa eso? ¿Quién querría salir a mojarse y dejar la tranquilidad y el calor del hogar? Idioteces. Solo un subnormal haría eso. Pero ahí estaba yo, con un helado en una mano, una cucharilla para comerlo en la otra y gafas de sol mientras rayos partían el cielo.
Mire para un lado y podía ver a mis amigos. Amigos. Nunca pensé que podría sentirme tan bien, tan a gusto con gente. Y ahí sentado, mirando al cielo y notando las primeras gotas de lluvia en mi piel, pensé y sentí que era feliz. Podía afirmarlo con toda claridad. Era feliz. Soy feliz. Seré feliz, esperemos.Así que Juripo me ha cambiado, poco a poco, como un escultor que saca una obra de arte de un mero bloque de piedra. Me he convertido en lo que más odiaba y no puedes imaginarte lo bien que sienta. Encontrar un sitio en que puedas ser tu mismo, sentir lo que quieres sentir y decir todo lo que quieras decir cuesta. Esos sitios escasean, pero puedo decir, y estoy orgulloso de decirlo, que lo he encontrado.
Después de años de preguntas sin respuesta, de vagar por el mundo sin encontrar mi sitio y de sentir como las miradas de la gente te atraviesan como a un fantasma; los encontré. Encontré a gente igual que yo, que no pertenecen a ningún lado pero que al mismo tiempo están en todos los sitios a la vez.
Encontré a esas personas que están rotas por dentro pero lo esconden tan bien que cuando se revela la verdad, la gente las rechaza, no reconociendolas. Esas que llorar en silencio pero ríen hasta hartarse. Ese uno por ciento.
Y yo siempre pensé que siendo como yo era nunca encontraría a alguien. Y veía al mundo avanzar pero yo estaba parado, estancado en un sitio y sin poder salir. Veía que me estaba pudriendo y se me estaba escapando la vitalidad entre los dedos.
Solo estaba tirado en la cama, a veces dibujaba, a veces escuchaba música, pero no tenía motivación. De vez en cuando me llegaban mensajes:
"¿Vienes a la playa?" "Vamos a estar todos" "¿Quedas?". Y la respuesta era automática: "No" "Otro día" "Gracias por pensar en mí, pero creo que paso"
Así que decir que les encontré no les hace mucha justicia. Sería mucho mejor decir que me salvaron. Me obligaron a salir de ese ciclo dañino autodestructivo. Me empujaron de la cama, me hicieron salir de casa. Y les estoy muy agradecido.Nos reuníamos después de teatro. Las primeras veces yo no solía quedarme mucho, ya que me costaba mucho estar con tanta gente durante mucho tiempo. Pero poco a poco fui quedándome y fui abriéndome. Me fascinó todo lo que podía ocultar una persona. Todo lo que podía cargar sobre sus hombros.
Siempre he odiado el verano. El calor, los mosquitos, enseñar piel. Pero todos sabemos que las opiniones están para cambiarse... ¿No?
Muchas gracias a todos, sois maravillosos, únicos. Os quiero.
ESTÁS LEYENDO
1%
Short StoryMis pensamientos y mis gracias. Leed estás historias, para entenderlo mejor: Viviendo fuera de cuentos Yendo contracorriente