Compramos una casa vieja, mi novio y yo. Él estaba a cargo de la construcción «nueva» —convertir a la cocina en la alcoba principal, por ejemplo—, mientras que yo estaba a cargo de remover el papel tapiz de las paredes. ¡Los dueños anteriores tapizaron CADA pared y TECHO! Removerlo era brutal, pero extrañamente gratificante. Lo mejor de la sensación era poder romperlo desde lo alto, similar a cuando estás pelando tu piel luego de haberte quemado por el sol. No sé cómo será en el caso tuyo, pero me gusta hacer un juego de pelar el papel, cazando el pedazo más largo antes de empezar a arrancarlo.
Bajo una sección de la esquina del papel, en cada habitación, estaba el nombre de una persona y una fecha. La curiosidad me ganó una noche y busqué en internet uno de los nombres, descubriendo que pertenecía a una persona desaparecida. ¡La fecha de su desaparición era la misma que la fecha debajo del papel! Al día siguiente, hice una lista de todos los nombres y fechas. En efecto, todos eran de personas desaparecidas con sus respectivas fechas de desaparición. Notificamos a la policía, quienes naturalmente enviaron un equipo para inspeccionar la evidencia luego de verificar nuestra historia.
Escuché a uno de los técnicos decir: «Sí, es humano». ¿Humano? ¿El qué es humano?
«Señora, ¿en dónde está el material que removieron de las paredes? No era papel tapiz lo que arrancaron».
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Creepypastas
ParanormalCréditos a la página https://creepypastas.com/ y a los autores de dichos relatos.