Sexo.

Una situación un tanto incestuosa. Parte 2

Después de el encuentro en su fiesta no habían vuelto a tener relaciones sexuales. Sus padres los habían inscrito a la misma universidad y para recortar gastos les compraron un apartamento cerca de la misma para los dos. Sus padres pensaron que al tener una relación tan fraternal iban a convivir de gran manera en el departamento, y estaban en lo correcto aunque más que convivir iban a disfrutar.
Al llegar al edificio donde el apartamento estaba ubicado y subir el elevador, Alexa abrió la puerta y al observar la casa amueblada y las cajas vacías supuso que Alex ya había estado ahí.

--- ¿Alex? ¿Estás aquí?

Al no recibir respuesta alguna, Alexia se dispuso a recorrer y explorar el apartamento sin inmiscuirse. Llevaba apropiadamente media hora vagando por el lugar sin haber visto a Alex así que dio por hecho que no estaba ahí. Entró a la que sería su habitación y se dispuso a acomodar su ropa y objetos personales, al acabar, Alexa estaba sudada, el pants de delgada tela que tenía acentuaba su trasero y la camiseta que llevaba sin brasier se ceñía a sus pechos como papel y hacía que sus pezones se marcaran más. Agotada, se recostó en su cama y tomó el celular para ponerse al corriente de todo lo que había pasado, cuando leyó un mensaje bastante prometedor.

Max: Oye linda, disfruté bastante lo de la otra noche y muero por ver tu culo y tu coño, muero por escuchar tus gemidos y que grites mi nombre, quiero ver como te corres por mi polla. ¿Te parece si nos reunimos un día de estos a repetirlo?

Mandó una respuesta rápidamente.

Alexa: Con gusto guapo, aunque acabo de mudarme y entrar a la uni y no sé si tendré tiempo. Tengo ansias de tu gran pene y no sé si podré aguantar.

Max: Tengo una idea, linda. ¿Tienes el conjunto que te regalé?

Alexa: Por supuesto que sí.

Max: Pontelo.

Alexa: ¿Qué sentido tendría si no puedes verme?

Max: Tu pontelo nena, tendremos sexo telefónico.

Alexa fue por el conjunto a su armario, era un short de encaje rojo con un hoyo en donde estaba su zona íntima y un brasier del mismo color.
Se lo puso y se recostó.

Dudosa, apretó el botón de videollamada.

Y vaya que Max estaba prendido, apenas contestó, Alexa vio su gran falo.

"Tócate" Se escuchó la áspera voz del chico.

Alexa dirigió su mano a su zona íntima y empezó a masajear su clítoris.

"Hay que hacer esto interesante... Pon porno"

Alexa tomó el control remoto de su cómoda y prendió la televisión para dejar una película porno. En ella, se mostraba a una chica atada a una silla con un consolador de pilas dentro mientras otra chica la azotaba y le daba nalgadas sin pudor alguno. Después de un rato, la chica que no estaba atada salía de escena y hacían énfasis en la chica sumisa, vaya que tenía un buen coño.

Para este punto, Alexa ya había introducido dos dedos en su intimidad, pero al ver que no podía darse autoplacer sosteniendo el celular, puso el celular en el mueble frente a su cama, vaya que Max tendría una buena vista.

Se escuchaban diversos gemidos en la habitación, los de la película, los de Alexa y los de Max.

Alexa estaba poniendo gran atención a la película, la chica que salió de escena volvía con tres consoladores más, uno tenía un cinturón con un agujero dentro. Alexa sabía la utilidad de este artefacto, se introducía un consolador de dos lados en el agujero del cinturón y se metía una parte en la vagina de la chica que lo portaba y otra parte del consolador en la chica penetrada. Ella y su mejor amiga amaban ese juguete.
Entonces se sorprendió, la chica atada llevaba tiempo con el consolador dentro y parecía demasiado cansada, incluso estaba llorando.
Pero a la otra chica le dio igual, sacó el consolador e introdujo el que tenía el arnés en su vagina, introdujo uno en el culo de la chica e ingresó uno más a la vagina de la chica.
Alexa no podía más, necesitaba algo dentro.

--- ¡Ma-max ahh! Voy por algunos juguetes ahora vuelvo.

Tomó su maleta, había traído consigo muchas cosas con fin sexual debido a que aprovecharía estar con Alex al máximo.

Tomó varios consoladores y volvió a su cama.

Introdujo uno en su culo.

Introdujo uno en su vagina.

Y lamia sin pudor alguno otro.

Ella estaba tan extasiada que no se dio cuenta de algo.

Alex había llegado, y al escuchar tanto sonido proveniente de la habitación de Alexa se dispuso a entrar. Y vaya que no esperó la escena que vio a continuación.