Tengo Miedo

Corrí de vuelta a casa, el aire comenzaba a faltarme, mi cuerpo quería sucumbir pero no podía detenerme, apenas logre esquivar algunas ramas y piedras evitando terminar en el piso sin embargo algunos raspones se hicieron en mi piel, logre divisar la cabaña del misterio parecía todo normal, como si aquella amenaza solo fuera una mala broma de alguien con un pésimo sentido del humor.

—Stan, Mabel, Ford— grite con fuerza mientras abría la puerta, entre, espere una respuesta pero solo hubo silencio, la poca calma que había conseguido se estaba esfumando, cerré mis puños y seguí revisando con cuidado la cabaña cada habitación vacía me hacía sentir inseguro "he vuelto" aunque era una simple palabra en una tarjeta hizo que todo mi interior se estremeciera, no había sido al azar, para nada, sobre todo porque le habían colocado en la firma el nombre de aquel tipo.

Solo alguien cercano o que directamente tuvo que ver con el incidente sabría su nombre. Baje con cuidado al sótano pues la bombilla no estaba bien parpadeaba la luz tenía la esperanza de que estuvieran ahí después de todo en las plantas de arriba no había nadie.

—Tío Ford — llame con la esperanza de una respuesta pero nada, todo se encontraba en silencio, había varias cosas de aspecto desagradable ahí abajo, logre llegar a hasta su área de trabajo, ahí se encontraba solitaria una tarjeta muy similar a la que había encontrado en mi casillero.

"Estamos aquí todos juntos tomando él te"

— ¿Por qué no vienes con nosotros a divertirte?—mi boca se seco, me quede paralizado, la misma voz que me había engañado antes estaba tan cerca, cuando pensé que jamás la volvería a oír, lentamente y con el temor recorriéndome me di la vuelta, no iba a poder huir, así que solo me quedaba encararlo.

Ahí en la puerta con su postura siempre elegante se encontraba aquel tipo, cabello rubio, ojos color azul, perfectamente arreglado, era más alto que yo y físicamente mucho más fuerte.

— ¿Qué les hiciste?— junte toda mi valentía aunque mi voz salió quebrada

— ¿Yo?— su tono condescendiente me molestó — ¿estás seguro que yo les hice algo?, ¿Cómo sabes que no fuiste tú?

—Yo no les haría nada — retrocedí unos pasos al ver que se acercaba, me lanzó un paquete de fotos, el cual apenas logre sujetar.

—Tienes razón tu no lo harías— mire aquello

—Pero aún tenemos un trato así que yo lo hice en tu lugar —en aquellas imágenes me encontraba haciendo cosas horribles pero no recordaba nada.

— ¡No!— le empuje e intente golpearlo pero fui detenido y mi cuerpo sostenido contra su cuerpo.

—Es tarde, muy tarde ya todo es mío y eso te incluye— no dije nada solo ahogue un grito en mi garganta, sentí mi cuerpo arder y como de apoco perdía la conciencia, aquel hombre estaba poseyendo mi mente, tengo miedo de lo que me hará hacer, a lo lejos en la oscuridad solo puedo escuchar un ¡detente! ¡Dipper!.

—Aquí no hay nadie llamado así ahora Pueden llamarme Bipper— la sonrisa se extendió por su rostro, había sido tan fácil destruirlos a todos, las pesadillas y el miedo quebrantaban los espíritus.

—Dulces sueños — mientras decía esto los monstruos y las criaturas sacadas del horror comenzaron a invadirlo todo, la locura se expandió por completo, esta vez no le detendría nadie, si intentaban destruirlo matarían al chico y si lo hacían aquel círculo estaría incompleto, es lo que cualquiera llamaría ganar, ganar.

—Y claro te hare ver toda la destrucción que causa la debilidad Dipper, toda la diversión que nos diste—