"No es lo que piensas"

Somos niños

¡Rápido señoritas, dejen de hacerse los idiotas y peleen!- gritó el Patriarca de Grecia.
El Patriarca es duro con nosotros en el entrenamiento, siempre que nos equivocabamos en algo, nos castigaba, pero eran castigos muy pesados, y mientras mas crecíamos el castigo aumentaba de intensidad.

El Patriarca pone en el campo de entrenamiento a Milo y a Shaka.
Milo es un niño agresivo y Shaka era todo lo contrario.

-Maes..tttro... No quiero...- dijo Shaka tembloroso. El Patriarca no decía ninguna palabra, no podíamos ver su rostro ya que lo tenía tapado con una máscara evitando ver su identidad, desde que fuimos enviados aquí nunca hemos visto el rostro del Patriarca, ni si quiera yo.
El patriarca agarra un látigo, y le pega fuertemente pero secamente a Shaka en la espalda, cuando Shaka recibe el golpe llora, arrodillado en el piso, con sus manos empuñadas resiste el dolor e intenta no llorar.

-¡Cuantas veces tengo que decirte Shaka que tienes que pelear!- (otro latigazo hacia Shaka en la espalda), Shaka como puede se levanta, con ojos llorosos, y su espalda manchada de sangre por las heridas que le hizo el Patriarca.

- Eres un llorón Shaka- dijo Milo a Shaka en postura de ataque.

Shaka mira a Milo temblorosamente mientras que también toma su postura de ataque, sin decirle nada a Milo.

Yo me les quedaba viendo, sabía que Shaka terminaría lastimado y rasguñado por Milo, Shaka no le gusta pelear, y cuando lo hace lo intenta hacer como puede.

Milo da un grito y se lanza sobre Shaka, Shaka resiste a Milo, Milo le da un golpe debajo del mentón a Shaka, y Shaka se cae al suelo y comienza a llorar, al ver que Milo solo lo había golpeado una vez la batalla la tenía ganada, Shaka no respondía de la misma manera.

El Patriarca se pone en el lado de Milo, y para decir que Milo ha ganado la batalla toma la mano de Milo y la alza, y para entonces teníamos que aplaudir todos nosotros.
-Ha ganado Milo, Shaka aun es niño débil e inservible, descansen, mañana habrá otro combate entre algunos de ustedes, mañana también quiero que entrenen-  entonces el Patriarca suelta y deja caer el brazo de Milo y se pierde en el fondo del campo de entrenamiento.

- Ponte a entrenar si quieres ganarme Shaka- dijo Milo a Shaka mientras lo escupía
Shaka resistía aun las lágrimas, me le acerqué - ¿Estás bien Shaka?-.

-Si Mu, estoy bien

-Dame la mano levantate no tienes porque estar en el suelo
-Gracias Mu... - levanto a Shaka del suelo.

- Ven, vamos a bañarnos al río, seguro que después de un baño te vas a sentir bien- tome a Shaka de su brazo y comencé a correr hacia el río, al llegar Shaka se sentó en el pasto y exhaló, comenzó a quitarse sus prendas, en lo que el se metía al agua yo acomodaba su ropa e intentaba repararla, ya que estaba desgarrada por los azotes que le dio el Patriarca.

Shaka estaba mas feliz , lo veía mas tranquilo.

-Mu....- dijo Shaka hacia a mi sonriendo

-Dime

-¿Te cuento un secreto?- dijo Shaka acercándose mas a mi

-Dime

-No me gusta pelear, quisiera ser mas fuerte , pero no me gusta hacer daño a las demás tocado
as- dijo Shaka ya con mirada deprimida

- A mi tampoco me gusta pelear Shaka, pero no tenemos otra opción, no tenemos donde quedarnos, no tenemos familia, casa ni dinero, supongo que este es el destino que nos ha tocado, tienes que ser fuerte, entrena conmigo si no tienes con quien hacerlo

- ¿Quien te entrena Mu?

- Me entrena el primer Caballero Dorado.... El Caballero de Libra

-¿¡Ya hay Caballeros Dorados!?

-Solo dos, Libra y Tauro, si no los hemos visto aquí en el santuario es porque el mismo Patriarca así lo decidió hasta que nosotros tengamos nuestras armaduras

-Ummm.... ¿que armadura te imaginas que te tocará?

-Haste esa pregunta hacia a ti Shaka, sea cual sea que me toque portaré esa armadura con orgullo- Shaka comienza a llorar en el río- ¿Ahora que tienes?
- No quiero ser un Caballero yo quiero ser un niño, jugar como todos, seguir teniendo a mis padres...pero nunca los conocí ni se quienes son no se de donde vine

-Shaka....

.......
Después de que Shaka término de llorar, le di su ropa, arreglada por magia, le dije a Shaka que se acostara boca abajo, que lo iba a curar, mientras estaba curándolo estaba diciendo que le daba cosquillas, cuando terminé se levantó, me dio las gracias, se vistió y así  ambos regresamos a nuestros cuartos para así poder tener otro combate mañana.