El azabache caminó desanimado, acababa de escaparse de su casa luego de escuchar dos horas seguidas de su padre planeando su aburrido futuro. Contador. Y no, no criticaba a la gente que es o va a ser contador, criticaba a su padre por tratar de elegir algo que él no quiere ser.
Hoseok buscó toda su vida su objetivo y su verdadero amor hasta que al fin llegó el día en el que supo que estaba destinado a ser bailarín. Exacto, le encantaba bailar, le encantaba sentir la música mientras que su cuerpo le seguía, amaba sentirse libre mientras lo hacía.
Todos los días iba al estudio a escondidas de su padre. Su madre fue la primera en saber su pasión ya que le encontró justo cuando el chico se dirigía por el camino contrario de donde se encontraba la biblioteca. Él recuerda haber estado limpiando los platos por un mes para que su mamá no le diga a su padre, su madre había hecho eso a propósito porque si es que su hijo limpiaba los platos o no, lo mismo no le iba a decir a su marido sobre el sueño de su niño ya que sabía que le iba a prohibir ir al estudio.
Hoseok entró al estudio suspirando, ya se encontraba en su hábitat de paz. No se había nadie porque vamos, quién estaría practicando a las doce de la noche. Se acercó a los parlantes y conectó su celular a este. Puso su reproductor en aleatorio, no le importó que canción se iba a poner, él sólo quería bailar para sacar su estrés.
Cuando la canción empezó pudo sentir como todo lo tenso se fue con tan solo un movimiento. Pensó en su estatus social, pensó en el de su padre y en el de su madre y su hermana. Él sabia que la oveja negra era ni nada mas que el. Siempre fue diferente a sus padres, mucho mas a su hermana quien era una replica de su madre pero con un poco de la mentalidad de su padre. Su hermana, quien ahora ya no vivía en Corea del Sur, quien se había escapado de esta ciudad llena de odio y suicidios. Su hermana, la cual odió muchas veces por saber que no se encontraba con el para calmarlo cada vez que se sentía mal. Quizás, si hubiera ido con ella todo hubiera sido un poco diferente.
Luego de pasar tres minutos seguidos de pasos infinitos en su corazón escuchó una melodía. Siendo mas específicos, de piano.
Sonrió sabiendo que él estaba aquí. Siempre que lo necesitaba estaba aquí para deleitarlo con sus dedos encima de las teclas tocando cada melodía haciendo que sus oídos se llenen de placer. Haciendo que muchas sonrisas se formen en sus labios.
Haciéndolo feliz.
Hoseok.
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soulmates / yoonseok
Short Storyporque ambos sabían que no importaran a donde se fueran, siempre terminarían juntos.