Parte única

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Mirar a Kim Taehyung era como mirar al arte. Tan bello e inigualable, tan hermoso e inexplicable. El era esa luz en la oscuridad, era ese chocolate caliente en ese horrible frío de invierno.

Lo amaba tanto que dolía como no podía tener idea en aquella época en donde no lo conocía aún.

Nadie podía imaginarse que semejante belleza podía tomar interés por alguien tan poco interesante como lo soy. Pero lo hizo y fue la cosa más emocionante que me sucedió y sucederá en la vida.

Realmente le estoy tan agradecido por darme la oportunidad de saber lo que es y lo que implicaba amar.

Aún no puedo olvidar sus labios rosados finos de los que se sentía muy seguro de sí mismo. O de aquel precioso lunar en su nariz que yo amaba con locura. Tampoco puedo olvidar aquella forma traviesa en pasar su lengua por sus labios superiores mientras miraba con ese brillo característico en sus ojos cafés.

Él te miraba con una intensidad que lograba quitarte el aliento, era demasiado para mi corazón.

No puedo dejar de recordar sus charlas sin sentido que empezaba cuando se daba cuenta de que tenía un día difícil o la manera que me hacía reír cuando sabía que estaba emocionalmente destruido. Taehyung sabía muy bien en qué momento ser un idiota para mí, para hacerme sentir la persona más especial.

Es tan difícil darme cuenta que ya no está más a mi lado cuando cada vez que cierro los ojos sólo puedo verlo a él mirándome con abundante amor mientras me sonríe como un bello ángel que es. Pero es mi capricho por imaginarlo siempre correcto, amoroso, atento, bello y mío, completamente mío.

Pero es que lo amé tanto...

Por eso mismo no puedo dejar de sonreír cuando paso al lado de los niños y traigo a colación la imagen de Taehyung haciendo sus caras raras.

Él tenía un alma de niño que debía ser apreciado por muchos aun cuando su trabajo no le permitía mostrarse como en realidad era él, esa calidez e inocencia que era mi motor, mi combustible para poder vivir día a día.

Lo amé con tanta fuerza que estuve asustado. Nunca había amado a nadie y temí que su amor por mí terminase tan rápido como el mismo parpadeo de ojos, pues sabía que su amor sería como una granada y explotaría cuando se fuera de mi lado. Algo como estar a punto de caer en un hoyo oscuro sin salida, cayendo poco a poco aumentando la velocidad e impactando al vacío tan fuerte que sería finalmente mi fin.

Pero cada vez que sonreía no podía hacer otra cosa que amarlo. No podía apartar mis ojos de él. No podía dejar de necesitar su abrazo de la que me hacía sentir seguro, mi hogar, él era mi hogar.

Pero no siempre lo bueno perdura y como cada cosa buena que sucedía en mi vida se fue sin más, dejándome un vacío horrible en el pecho.
Lo peor fue que nunca lo vi venir, no tuve la oportunidad de preparar mi corazón para tal situación.

Aunque ahora que lo pienso nunca hubiera podido prepararme mentalmente o emocionalmente para su desgarradora partida, ni siquiera con toda una vida entera porque era mi todo y se alejó dejándome sin nada.

Me hubiera gustado una advertencia anticipada para no tener motivos para culparle y pueda decirme con toda la libertad del mundo, «te lo dije, no soy bueno.» Pero no lo hizo, no me dio una posible salida antes del tormento.

Ni un «te voy a destrozar el corazón.» «No termines de enamorarte o será tu final.» O hubiera sido honesto y decirme directamente, «Lo nuestro no tiene futuro por lo que no te ilusiones Jeon Jungkook. No lo merecemos.» Pero no, fue muy cruel y me dejó ilusionarme, dejó que viviera en la ignorancia.

Feign » Taekook OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora