Capitulo 1

77 2 2
                                    



*Basado en hechos reales : v





-¿Cómo se supone que entienda si no me cuentas nada?- dijo Max, frunciendo el ceño. Mordisqueaba la tapa de su lapicero como siempre hacía cuando estaba estresada, nerviosa o ansiosa. En este caso, eran los tres al mismo tiempo.

-No estoy seguro de querer contarlo, ya te dije. No es algo de lo que me guste hablar.

-Supongo que es por los cortes ¿No? Se ven bastante profundos ¡Bah, ni siquiera entiendo bien la historia! Recuerda, tengo TDAH. No puedo ni recordar lo que comí ayer, ¡Necesito que me cuentes los detalles!

-Bueno, vale. Probablemente me arrepienta de esto. Lo sabes ¿verdad?

-Vamos, no seas marica. Oh, espera. Si lo eres- dijo con la sonrisa que ponía al decir una de sus pendejadas.

-Cállate- respondí.

-Si, si, como quieras. Ahora, empieza a hablar. ¿Cómo lo conociste?- preguntó entusiasmada. Mi historia era lo único que la podía entusiasmar tanto como para decidir no dormirse en clase.

***

David. Ese era su nombre. Era bajito y alegre, bastante divertido, a decir verdad. Tenía el cabello negro y los ojos castaños, casi siempre risueños. Creo que me empezó a gustar desde el momento en que lo vi, pero probablemente estoy exagerando un poquito. Simplemente creo que me llamó la atención por sobre el resto, era más interesante.

-Hola- dijo el alegremente. Desde siempre ha sido una persona muy alegre.

-Hola- respondí yo. Lo sé, no fue lo más ocurrente que pude responder, ¿pero que más se supone que respondiera?

- ¿Puedo ver tus dibujos? - dijo, señalando mi cuaderno de dibujos. Lo había sacado para pintar y al verlo le había llamado la atención.

-Claro- respondí murmurando.

Hojeó las páginas, mirando los dibujos con ojos brillantes.

- ¡Wow! Dibujas bien ¿Te gusta dibujar?

-Si- respondí. Era inicio de año, estábamos en la primera hora de clase, ¿el momento en el que escoges el sitio de tu compañero hasta que te cambian? Si, ese momento- Son dibujos del año pasado, pero los traje para pintarlos

-Genial- dijo, y como si fuera mi amigo de toda la vida se sentó a mi costado. Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro, pero desapareció rápidamente mientras me concentraba en mis cosas. Además, como aún era nuevo (porque había entrado un año antes) y no tenía muchos amigos, aún no conocía a nadie y tampoco me familiarizaba con el resto de alumnos. Era la primera vez que yo hablaba con él, así que no supe bien cómo reaccionar.

Después de un rato la campana del recreo sonó y yo, como solía hacer desde el año pasado, bajé a la base de la escalera para reunirme con mis amigos de siempre. Increíblemente, él estaba ahí...

*** 

-Wow, wow, wow. Espera, espera, espera. ¿En serio? ¿Estás seguro de que eso es lo que sucedió? No suena muy real, sabes- dijo Max, echada sobre la carpeta. Parecía estar empezando a aburrirse.

-En serio- dije yo, seriamente- Oye, te estoy contando mi historia, por lo menos podrías intentar escucharme.

Max suspiró, pero levantó la cabeza con flojera y me miró fijamente.

-Más te vale que valga la pena- dijo arrastrando las palabras.

-Oh, créeme. Te va a encantar

***

Me acerqué a John, uno de mis amigos de siempre, y le pregunté por él.

-¿Oye, y él? ¿Qué hace aquí?

-¿Quién, David? Ha estado aquí siempre.

-¿En serio?- pregunté extrañado- ¿Y por qué nunca lo había visto antes?

-No sé, la verdad es que nunca le he preguntado- dijo John, encogiéndose de hombros- Pregúntale tú- sugirió

Supuse que no perdía nada preguntándole, así que me dirigí hacia el con soltura.

-Oye, ¿tú que haces acá?- pegunté un poco brusco.

-Siempre he estado en este grupo

-Pero yo no te he visto antes- dije, queriendo saber la respuesta.

-Bueno, es que el año pasado yo me la pasaba jugando al fútbol y solo vine aquí un par de veces porque no tenía tiempo. De hecho, recuerdo haberte visto dos veces, pero nunca hablamos ¿No?

-Creo que no- respondí, tratando de recordarlo.

El soltó una ligera carcajada al ver mi expresión de recuerdo y su risa hizo que yo me riera un poco también. Recuerdo que desde la primera vez que conversé con él me agradó.

***

El timbre de salida sonó y la voz de la profesora interrumpió mi relato.

-¡Recuerden el ensayo de la Revolución Rusa para el martes!- dijo la profesora, recogiendo sus cosas para irse ya.

El revuelo empezó en el salón y me levanté para irme. Max se me quedó mirando, perpleja.

-¿Y qué pasó después?- preguntó abriendo los ojos de par en par.

Me encogí de hombros, disfrutando del momento. Era divertido ver su rostro en ese momento, como una mezcla de confusión y curiosidad.

-No sé. Me da flojera recordar lo que seguía. Creo que lo he olvidado por completo- dije con una sonrisa burlona.

-¡No puedes hacerme esto! ¿Sabes lo horrible que es quedarse con esa ansiedad de saber que va a pasar? ¡Es casi como ver un final de temporada!- dijo ella, agitando las manos en señal de desesperación.

Yo solté una risita y ella me miró molesta. En un abrir y cerrar de ojos la regla verde en su mano salió disparada hacia mi cabeza y me habría golpeado de no haber sido por John, que pasaba corriendo en ese momento. Como si fuera en cámara lenta, vi la regla girando despacio y dándole con fuerza en el rostro a John. Inmediatamente, este se tapó la cara y puso una expresión de dolor. Max abrió los ojos, sorprendida, mientras que Louis y Gabriel, que habían estado persiguiendo a John, se destornillaban de risa al ver lo que había sucedido.

-¡Lo siento!- dijo Max, acercándose a John con una sonrisa burlona en los labios.

Lentamente yo empecé a caminar yéndome del salón, riendo entre dientes por la acalorada discusión que mi comentario había causado. Al parecer la profesora había estado cerca y había visto todo, por lo que en ese momento estaba reprendiendo a Max por lanzar la regla, aunque ella parecía más molesta que preocupada. Probablemente me iba a recriminarlo todo al día siguiente, pero en ese momento yo quería descansar.

Mañana le seguiría contando mi historia.

Red ScarWhere stories live. Discover now