Capitulo 2

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Autor: Joaco719

Escritora:Merodeadora @MaferNajar




Al día siguiente, apenas terminó la profesora de hablar, Max se dirigió a mi sitio.

- ¡Escúchame bien, bastardo! ¡Vas a contarme lo que sucedió después, AHORA!

- Cálmate, tampoco es para tanto- dije yo, divertido.

- ¡¿Qué no es para tanto?! ¡¿QUÉ NO ES PARA TANTO?! ¿SABES LO QUE ES ESPERAR TODO UN PINCHE DÍA PARA SABER SOBRE UNA HISTORIA QUE ES REALMENTE REAL? ¡ESO NO SUCEDE ASI NUNCA! NECESITO HISTORIAS BUENAS, ¿SABES? NO ES ALGO QUE SUCEDA MUY A MENUDO, PINCHE BABOSO.

Había gritado tanto que la profesora la había escuchado. Max le sonrió y luego se volteó a mirarme con expresión amenazadora.

-Más te vale que me lo cuentes- dijo, y luego se sentó a mi costado, callada.

No paró de clavar su mirada en mí hasta que tocó el timbre. Probablemente no le había prestado atención a clase en ningún momento. Después de que sonó el timbre de recreo, cruzó sobre su carpeta hacia mí a toda velocidad, tanta que me dio miedo. Su pelo rojo casi parecía flotar por sí mismo.

-Es tu turno- dijo ella, sentándose sobre mi mesa con calma- Habla

-Bien, si tú quieres. Pero no me culpes si luego te quedas sin recreo, ¿sí?

***

Pasaban los días, y cada vez yo pasaba más rato con él con cualquier otra persona. Ni siquiera había pasado mucho tiempo desde que nos habíamos realmente conocido, pero yo ya lo consideraba mi amigo y hablar con él era tan natural para mí como lo era respirar.

- ¿Qué te gusta hacer? Además de dibujar, obvio- preguntó una vez. Estábamos en una de las mesas de la cafetería, comiendo lo que acabábamos de comprar. El parecía sinceramente interesado en mí, y eso era extrañamente reconfortante.

-Ver series. Me gustan las series- respondí, con la boca llena de canchita. Me había pillado desprevenido.

Él se rio y su risa fue música para mis oídos.

- ¿Pero qué clase de series? Lo voy a decir y no me da vergüenza: Yo veo Steven Universe

Me quedé en blanco por unos segundos

- ¿Estás de joda? – pregunté, perplejo

El negó con la cabeza, risueño. No parecía estar de joda.

- ¡Yo también! - dije, emocionado- Siempre creí que yo era el único que veía esa serie. Me habían dicho que era una serie para niños.

-Supongo, pero a mí me gusta de todas formas. Sirve para pasar el rato- dijo el, encogiéndose de hombros.

Sonreí, alegre. Que el también viera esa serie era extraño, pero me daba una rara y curiosa forma de felicidad. Yo no conocía a nadie que viera esa serie y que específicamente él si lo hiciera me parecía demasiada coincidencia. Además, según fuimos conversando pude darme cuenta (y la verdad es que era bastante obvio) que él era muy fanático de la serie, casi tanto como yo lo era.

Después de ese momento, hablar con él se volvió más fácil. Hablábamos tanto que nos llamaban la atención en clase por cambiarnos de sitio o por conversar demasiado. Creo que los profesores llegaron a estresarse mucho con nosotros dos, más que con cualquier otro. Pero no me importaba, porque podía estar cerca suyo y eso lo valía. Me hacía reír como nadie lo había hecho y fácil podía quedarme en blanco por horas con tan solo mirarlo.

***

- ¿En serio? - dijo Max, interrumpiéndome- Mira, ¿Quién lo diría? Al parecer tú también tienes tu lado tierno. Yo sabía que muy en el fondo tenía una parte sensible ¿sabes?

La pendeja se estaba riendo, y yo le di un pequeño empujón.

Ella se calló y siguió escuchando, pero probablemente iba a molestarme con eso durante todo el año.

***

Un día el colegio planeó un paseo cultural para mi grado, (algo que se hacía todos los años) un paseo el cual yo no planeaba ir, puesto que tenía malos recuerdos del año pasado al haber perdido mi celular. Realmente estaba pensado en no ir al paseo, pero uno de mis amigos del grupo de John, Rem, mencionó en el recreo que David si tenía pensado ir.

Cuando me dijo eso, tuve la extraña sensación de estar flotando. Pensé que sería una buena oportunidad de conocerlo mejor, y aunque las probabilidades de sentarme a su lado no eran muy altas valía la pena arriesgarse a ir.

Recuerdo que no me despegué de su lado mientras subíamos a los buses, y que empujé a cualquiera que se pusiera en mi camino o que tuviera alguna posibilidad de sentarse a su lado. Una vez dentro de bus, me despegué de su lado un momento y lo perdí de vista por completo de un momento a otro. Me había resignado ya a no sentarme junto a él, cuando de repente su alegre rostro apareció frente mío.

-¡Al fin te encuentro! Estuviste a mi lado todo el rato pero te perdí al subir y te he estado buscando desde entonces. Me alegro encontrarte- dijo sentándose a mi lado. Yo ya había tomado la ventana, por lo que el sentó junto al pasillo.

Ilusionado por estar junto a él, no dejé de hablarle en ningún momento. Quería conocerlo, saber más de él, acercarme; además de que él parecía no tener ningún problema en responder a mis preguntas. Durante todo el paseo de ida hablamos de nosotros, tanto, que antes de llegar al lugar de la visita yo inconscientemente sabía que él me gustaba. No quería ilusionarme mucho ya que aunque me atraía, yo lo veía también como a un amigo cercano.

Cuando llegamos al lugar del paseo, comencé a caminar junto a él ya que no me quería separar de su compañía; pero por momentos no podía evitarlo ya que nos dividíamos en grupos y a veces nos terminábamos separando. Cuando eso sucedía yo estaba intranquilo e inquieto, buscándolo con la mirada o tratando de saber su ubicación exacta, porque no estar con él me hacía sentir extraño y un tanto ansioso. Las veces que nos encontrábamos, yo aprovechaba para hablar con él todo lo posible y estar a su lado me hacía sentir aliviado, ya que no me gustaba en absoluto estar lejos de su lado por mucho tiempo.

El sentimiento de amor hacía él en ese momento no era muy fuerte, pero sí que estaba presente, aunque fuera de forma inconsciente.

***

Max se quedó un rato, expectante.

-¿Eso es todo?- preguntó ella, alzando las cejas.

-Sip. Eso es todo lo que contaré hoy- respondí, preparado para argumentar mi decisión.

-Bien- dijo ella, encogiéndose de hombros.

-No te diré nada más así que no siguas insistiendo porque... Espera, ¿Qué dijiste?- pregunté yo, incrédulo

-Dije que bien. Me lo contarás de todas formas. Además, quedé satisfecha con el trozo de hoy, puedo aguantar hasta mañana- dijo ella.

Yo la miré, sorprendido.

-¿En serio?- pregunté

-Si, en serio. Ahora cállate que ya llegó el profesor- dijo ella

Me quedé callado unos cuantos segundos, mientras más alumnos llegaban tarde al salón para ser reprendidos por el profesor por no llegar a la hora. Era un realmente divertido espectáculo, pero el rápidamente empezó la clase y no pudimos seguir conversando hasta el timbre de otro recreo.

-Avancen las preguntas en sus casas y tráiganlas el lunes- dijo el profe.

Max lo ignoró y sacó su lonchera para irse del salón.

Como ella había dicho, igualmente le contaría más sobre mi historia.

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⏰ Last updated: Oct 20, 2017 ⏰

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