Amor Insensato

Capítulo 5

Emma
Edrey y yo nos conocimos en un parque nuestras mamás eran amigas se reunieron para que yo jugará con Edrey.

- que lindos se ven-Dice mi madre.- si parecen a un príncipe y una princesa-dice la madre de Edrey.

Desde ese día me convencí de que Edrey era la persona con la que quería estar toda mi vida. hasta  que un dia tuvimos que cambiarnos de casa debido a que mi padre dejó a mi madre ella no tenía trabajo ni suficiente dinero para mantenerme y ella se vio obligada a regresar con mi abuela.

Hasta que nos recuperamos económicamente y vivimos aquí .no sirvió de nada las noches que rogue a mi madre que regresará . me fui y cuando vuelvo el tiene una novia .

Pero no me rendire.

Aida
Hoy me  encontrarme con Edrey esta noche saldré a cenar con el. Bajo las escaleras y abro la puerta y veo a Edrey me acercó a el y el me abre la puerta del auto, salimos.

Entramos a un restaurante muy elegante el mesero se acerca ordenamos y comenzamos a comer cuando veo que la profesora Leila entra con un hombre y el la tiene agarada de la cintura veo que Edrey la ve rápidamente baja la mirada ella de acerca a nosotros .

-Hola-

-Hola- digo con una sonrisa falsa.-estoy aburrido vámonos al hotel -dice el hombre y la tira de su brazo- bueno nos vemos luego-y veo como se aleja.

-se supone que es la novia del profesor ¿que esta haciendo aquí?¿con otro hombre?-.

-sabes que te parece si nos vamos- Dice en un tonó bajo -si vámonos-.digo sin un pizca de duda.

Al día siguente millones de preguntas no salen de mi cabeza ,¿que hacia ella con otro hombre?
Si de algo estoy segura es que es imposible que sea más que un amigo.

Tocan la campana y es la hora del almuerzo salgo rápidamente de el salón sin decirle nada a Edrey, necesito saber. Encuentro a la profesora Leila su cabello volaba al viento y me ve.

-Hola querida puedo ayudarte en algo -

- se que no es de mi incumbencia pero ¿quien era ese hombre que con el que la vi ayer ?-ella sonrie.

-es mi amante-

-¿que? ...-

- ya deberías saber que no me gusta para nada el profesor Dylan por eso busco consuelo en otros hombres-

-¿pero por que lo aceptó?-digo con el ceño fruncido.

-te vi , vi esa cara de tristeza y me sentí muy feliz-ella sonrie.

Cuando oimos una voz.
-!profesora¡ la llaman en la sala de maestros-

-o gracias -

-le gusta jugar con los sentimientos de los demás- digo rechinando los dientes.

-no es eso, solo me gusta tener lo que otros desean-dice sonriendo.
-hablaremos de esto en otra ocasión hasta luego querida-.