1 año 8 meses

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Hoy se cumple un mes más sin ti. Llevo todo este tiempo tratando de sanar este dolor incurable. Tratando de no olvidarte, de no soñarte. A veces, la rutina de este último año, me hace sentir que nunca estuviste en mi vida, y eso me rompe mil veces, me hace sentir miserable, rota, vacía.

Desde tu partida, mi vida es así. Desde que descansas entre las flores, todo es gris. Trato de pintar mi visión, de colorear mi mundo, pero me faltan los colores vivos que tú te llevaste contigo. Me arrebataste el material elemental para mi mural, dejándome solo un pincel y un gris opaco.

Mi padre trata de darme colores, pero los siento insuficientes, pálidos.

Quiero tus colores, aquellos que se extinguieron con tu vida.

Te quiero de vuelta, pero no puedes regresar.

Te extraño tanto. Mi alma pide a gritos tu calor, tu amor, tus reproches y tus gestos amables. Mi cerebro reclama tus consejos, tu sabiduría. Mi corazón te reclama, quiere todo de ti y por ello se siente vacío.

Reúno todas mis fuerzas para no llorar, para poder mostrar esa sonrisa rota, aquella que todos admiran, aquella que todos halagan. Aquella que es una cruel alucinación.

Quiero dejar de pensarte, pero es imposible. En todos lados estás tú. Y a la vez no.

Y duele.

Te amaré toda mi vida.

Sigo extrañándote.

Siempre.

25-08-16

Cartas a mi MadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora