Estoy sentada, bueno prácticamente acostada en mi pupitre, es una posición incómoda, pero es imposible tratar de encontrar una mejor. Seria genial que en lugar de pupitres tuviéramos camas así en estas tres horas sin hacer nada, tres horas de mi vida que se han ido a la basura, Tan siquiera podría dormir.
Agacho la cabeza e intento hacerlo, pero no puedo, hay demasiado ruido a mí alrededor, mis compañeros son como animales andantes. Estrellan la puerta cada vez que entran o salen del salón, cuelgan las mochilas de las lámparas. Se ponen a cantar, aunque lo hacen demasiado feo.
Son muy inmaduros, creo que no se han dado ni cuenta de que ya estamos en la preparatoria, ya somos grandes, ya deben de madurar. A veces pienso que no deberían ni haber salido del preescolar. -Calma Vania no sigas pensando así, en un futuro se darán cuenta que ya están grandes y maduraran-, me digo a mi misma para tranquilizarme.
Solo tengo quince años, soy la más pequeña del grupo nací el 26 de diciembre de 1997, estoy un año adelantada y podría decirse que me porto mejor que los que son más grandes que yo. Pero es su vida, pueden hacer lo que quiera, siempre y cuando no me afecte directamente.
Me siento bien en el pupitre y echo la cabeza hacia atrás y no hago nada más que simplemente observar. El techo y las paredes del salón están teñidas de blanco, un blanco aburrido, un blanco que te da la sensación de que estas en medio de la nada, un blanco que te hace pensar, pensar demasiado y eso es lo menos que quiero hacer en estos momentos, no quiero pensar en todo lo malo que hay en mi vida, en cómo fue que me pelee con mi novio anoche, en como olvide mi trabajo de química, en como mi papa me ignoro al querer contarle sobre mis calificaciones. En como… Vania ya basta, no pienses en la gran mierda que es tu vida.
Miro hacia el reloj que yace encima del pizarrón que apenas utilizamos, son las 10:30 apenas, todavía falta la mitad de las clases, y ya no sé qué más hacer. Desde las 7:00 am, estoy aquí y no hemos tenido ninguna clase, no entiendo porque simplemente no nos dejan ir a nuestras casas, tal vez ahí podamos hacer algo más productivos, como dormir.
El día como todo es una mierda, los profesores se la han pasado en juntas últimamente, tenemos como 2 semanas que no los profes no se dignan a explicar tan siquiera un tema. Estoy demasiado aburrida, olvide los audífonos de mi celular en mí casa y en mi Lap top no tengo nada que hacer.
He estado tan distraída que también olvide mi memoria USB en la que guardo todos mis libros virtuales y mi música, Así que no puedo leer, muero por saber que pasara con Hazel y Augusth, espero que la historia no termine mal, si eso pasa tendré que ir a buscar a John Green y pedirle explicaciones.
Pero eso sería muy caro, viajar desde Los cabos Baja Californa Sur hasta donde vive será demasiado difícil. Tengo la esperanza de Hazel y Gus puedan vivir y disfrutar de su amor. Dos chicos que se enamoran y tienen cáncer, no entiendo porque la vida a veces se desquita con personas nobles, simplemente no entiendo porque la vida es así, Todos merecemos un amor que sea para siempre, como el mismo libro lo dice.
Me mata la duda de que es lo que pasara con esa historia de amor, pero bueno, ya que no puedo leer, ni escuchar música, la única opción que me queda es entrar de nuevo a Facebook, hace menos de dos hora que me desconecte, otro ratito no hará mal a nadie. Puedo descargar un libro o algo, pero me arriesgaría a que le entre un virus a mi compu porque mi avast caduco hace 3 días. Bueno mejor que así quede, No se tal vez me ponga a jugar Angry Birds o algo así, al menos con eso no estaré tan aburrida.
Saco la Lap de mi bolso, la coloco sobre mi pupitre, aprieto el botón de encendido y mientras se enciende pienso en algo que será mejor que jugar Angry Birds.
