1-Descubriminto

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Era de noche en el gran sengoku , todos estaban durmiendo excepto yo estaba preocupada por inuyasha que había  desapareció entre la oscuridad del bosque, hacía varías veces que salía a mitad de la noche sin decirle a nadie ni siquiera a mi. Era obvio que se había ido con kikyo, las luces que veía a lo lejos eran sus cazadoras de almas. Quería pensar que solo eran charlas lo que tenían pero después de tres noches inuyasha se tardaba mucho en regresar y terminaba volviendo a la madrugada, eso me dio a entender que hacían más que charlar.   

Sin pensarlo me levanté y salí de la cabaña de la anciana Caede, hacia el lugar  por donde se había ido Inuyasha llegando poco a poco al árbol sagrado. Me iba acercando  cada vez más y  comencé a escuchar unos gemidos, llegué  y vi a kikyo e Inuyasha teniendo sexo bajo el árbol sagrado, lleve mis manos a mi boca tratando de no hacer ningún ruido.

No me escondí como tantas veces lo había hecho para espiarlos, me quedé ahí parada observando como inuyasha penetraba a kikyo uno y otra vez mientras que ella gemía. Más que dolor sentía envidia, envida de no ser yo la que estuviera gimiendo bajo los brazos de Inuyasha. Pero al mirarlos más detenidamente note que Inuyasha reflejaba en su rostro un poco de…¿insatisfacción?.

-¿Por qué?- comencé a pensar- deberías estar excitado al tener a tu kikyo gimiendo. ¿Por qué pones esa cara de que te falta algo, Inuyasha? - trataba de acomodar mis pensamientos.-será que…-y me di cuenta.-así que ella no puede satisfacerte verdad Inuyasha..?-se formó una media sonrisa en mis labios al darme cuenta.

-¿kagome?-la voz de Inuyasha me saco de mis pensamientos.

~Solo mío~{Lemmon}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora