Villana Marginada

Carta Pérdida

No soy de las personas que escriben cartas, de hecho, quiero aclarar que esto no se trata de una carta. Si no de un papel con información que necesito que sepas. Te conozco muy bien, y sé que desconfías mucho de ti misma y que no eres capaz de controlar las situaciones. Probablemente saldrás corriendo cuando intente devolverte tu peluca, y no me darás tiempo a decir alguna palabra. Sé que tienes demasiadas preguntas en tu cabeza, sé que no entiendes mi comportamiento, o más bien, de que no me entiendes a mi. ¿Porqué rayos te ayudé cuando estabas bailando en el bar borracha? ¿Porqué mierda permití que me besaras? O peor aún, ¿porqué cojones de correspondí el beso?

Tienes un defecto muy grande, Leila. Y es que te das cuenta de las cosas, pero no las aceptas, y para colmo, haces como si no fueran reales. Las dejas pasar desapercibidas. Como has dejado pasar los años, y como dejaste pasar la oportunidad y momento.

No aceptas la realidad, la niegas con fervor. La rechazas a causa de tu falta de amor hacía tu persona. Y por eso no crees el hecho de que me gustes. Y que mucho menos pienses que siempre me has gustado.

Pero es más que la verdad. Me gustaste desde primero de secundaria, cuando estábamos en aquel equipo de mate.

Tal vez pienses, ¿entonces que pasó? Bueno, cuando decidí declararme, y decirte que lo que sentía, (aunque no fue de la mejor manera ya que fue por chat) me sentí pisoteado cuando no podías creer que me gustaras. Y me enfadé, me enfadé porque me estabas rechazando. No pude soportarlo. No quise soportarlo.
Dejé que los impulsos y la irá actuarán para ocultar el miedo a que no sintieras lo mismo. Y te dije que te jodieras.