NOT ENEMIES, EITHER... (MahinaShipping // Gladion x Moon)

II. NOT ENEMIES, EITHER...

"No somos amigos, pero tampoco enemigos. Buena suerte y sigue así"

No eran ni siquiera las palabras más elocuentes que pude haber dicho, y sin embargo, fue todo lo que salió de mis labios a manera de despedida.

Sí, estaba seguro que así sería. Realmente ahora que sabía todo lo que teníamos por delante, no creía poder continuar frecuentando a Clarisse.

Eran futuros separados. Por un lado, ella se convertiría en Campeona de Alola, porque claro, no tenía ni la más remota duda de que eso ocurriría, y por otro, yo tendría que hacerme cargo de Aether Paradise de ahora en adelante.

Tan sólo pensar en ello me llenaba de angustia y nerviosismo. ¿Sería capaz de tomar las riendas de un proyecto tan enorme como ese? Instintivamente, cerré los ojos y apreté los puños con fuerza ante la simple idea de fallar. ¡No, no podía permitir que eso ocurriera! Antes de que Lusamine perdiera por completo la razón, Aether Paradise era la cúspide del sueño que tuvo mi padre, de crear un lugar donde se pudiera atender y cuidar a los Pokémon enfermos o abandonados y también, llevar a cabo labores de conservación de especies en peligro.

Lillie y yo éramos muy pequeños cuando todo comenzó pero mi padre logró transmitirnos la pasión y el cariño que tenía por los Pokémon y la Fundación en el tiempo que estuvo a nuestro lado. Y ahora yo sería el encargado de lograr que Aether Paradise regresara a ser un sitio de benevolencia y no origen de una serie de atrocidades y experimentos ilegales con las vidas de los Pokémon.

Así, perdido en toda clase de pensamientos y preocupaciones relacionados con mi futuro próximo, caminé a toda prisa hacia Tapu Village, dejando a una confundida Clarisse detrás.

Pude ver en sus lindos ojos y leer en su lenguaje corporal que ella quería hablar conmigo antes de que me marchara tan súbitamente como me aparecí frente a ella para retarla a una última batalla, pero no podía darme el lujo de esperar. No, no podía porque entonces se daría cuenta de lo mucho que me afectaba este adiós.

En cuanto estuve seguro que ella no me seguía y que me encontraba lo suficientemente lejos, me detuve un instante. Frente a mí tenía la inmensidad del mar de Alola, sus olas chocando estrepitosamente en contra de las rocas del pequeño acantilado sobre el que me encontraba. A pesar de la violencia de la escena y del fuerte ruido que causaban las aguas al impactarse, me sentí atraído hacia este sitio y decidí quedarme un rato.

Me senté sobre el piso y recargué la espalda sobre una enorme y redonda roca, firmemente enterrada en la suave tierra. Levanté la cabeza hacia el cielo y cerré los ojos, permitiéndome relajarme un instante antes de continuar mi camino de vuelta hacia Aether Paradise... mi eterna prisión. 

¡Ah! Clarisse...

¡Cuánto desearía poder quedarme más tiempo cerca de ti!

Si tan solo supieras todo lo que siento por ti...

No. Sencillamente ella no tenía ni la más remota idea y tampoco podía llegarlo a saber. Estaba más que consciente que me había encargado de mostrar siempre una imagen de chico distante, frío y hasta cierto punto, egoísta. Siempre siguiendo mis propios intereses, aunque estos fueran en beneficio de alguien más. En realidad, ella y yo nunca tuvimos oportunidad de convivir demasiado precisamente por ello, porque yo salía huyendo poco después de encontrarnos.

En parte, había sido porque no era sabio estar tan cerca de Lillie sabiendo que el Team Skull estaba detrás de ella y Nebby, sino también porque temía poner en peligro a Clarisse. Eso sería algo que jamás me habría perdonado. Y estaba consciente que, a donde quiera que fuera, el Team Skull siempre estaba cerca, registrando cada uno de mis movimientos para reportarlos a Guzma. No podía demostrar interés en nadie, porque automáticamente habría sido darles a ellos un objetivo claro para poder forzarme a hacer todo lo que ellos querían con la amenaza de que si no accedía, ellas pagarían las consecuencias.

Y a pesar de ello, de saber que no debía involucrarme emocionalmente para no echar todo a perder, lo hice...

¡Y de qué forma!

Dejo escapar de mis pulmones el aire que, sin darme cuenta, había estado conteniendo todo este tiempo. Pensar en Clarisse siempre tiene un fuerte efecto en mis emociones. Nunca antes me había sentido de esta forma con respecto a alguien y siendo honesto, eso me frustra un poco.

Aun así, en el fondo debo aceptar que sin temor a equivocarme, dentro de todo el horror que viví desde que dimos a mi padre por muerto y los eventos subsecuentes que me llevaron a huir de casa, ella ha sido lo mejor que me ocurrió. El conocerla y estar a su lado en los momentos más complicados para mí dentro de toda esta historia, es algo que agradezco enormemente. Tan solo me habría gustado no tener que ponerle fin tan de súbito...

Clarisse... te extrañaré...

Pensar en que tenía que renunciar a ella me dolía como pocas cosas en la vida. Y creo que, a pesar de mi corta edad, puedo decir que he pasado por bastantes problemas y situaciones sombrías como para poder establecer una comparación coherente.

Quizá algún día vuelva a reunir el valor para buscarla y ¿por qué no? hasta invitarla a salir, a intentar acercarme a ella como no he podido hacerlo hasta el momento, a buscar una amistad real. Pero fueron tantas veces que le repetí que no éramos amigos que seguramente, ella desconfiaría de mí si de repente intento conocerla mejor.

Suspiro desanimado ante el gris panorama que tengo por delante... a pesar de que ahora puedo tener un poco de estabilidad al no tener que estar huyendo de Lusamine ni cargando con la preocupación de que algo pueda ocurrirle a ella o a Lillie, estoy lejos de estar totalmente tranquilo.

Sabía, en el fondo de mi atormentado corazón, que la única forma de sentirme totalmente en paz y liberado, es estando con ella. Poder mirar sus ojos nuevamente y perderme en ellos, ese hermoso universo de calma y benevolencia. Ella es lo más bello en lo que puedo pensar, lo más increíble que me ha sucedido. Lo más puro que guardo en mi alma.

Pero... no, no puedo condenarla a una vida a mi lado. Sé que alguien como yo no puede siquiera aspirar a alguien como ella. Tan increíblemente preciosa, alegre, inteligente y talentosa. La mejor entrenadora que haya conocido, la futura primera Campeona de Alola.

Clarisse... mi bella Clarisse...

¿Acaso algún día podré ser merecedor de tu amor?