Andrómeda ҂ YoonMin

II Los Kim

Se removió un poco más encima del césped que, seguramente al entrar a su casa le provocaría horas de picazón, pero, ¿a quién le importa? ya comprobó que de eso no podía morir, gracias, genio Jung, se pensó.

Al abrir los ojos, el Sol le molestó un poco y parpadeó repetidas veces debido a esto, hasta que se acostumbró, se puso de lado y disfrutó de mirar sus rosales, tan lindos; de tanto estar ahí acostado, cantándoles, se había quedado dormido, lo cual era malo, ya que le hubiera gustado haber visto a HoSeok, que hace poco más de una hora, había ido brevemente para llevarle sopa, carne, jugo de arándano y unas macetas, en realidad Tae solo le había encargado éstas últimas, ahora se veía obligado a recompensar al otro, según él.

Soltó un largo suspiro y se enderezó, observando sus rodillas algo raspadas, las cuales sacudió, al igual que toda su ropa al levantarse.

—Ahora entraré a comer un poco, no se muevan, volveré cuando mi mamá se duerma, adiós. —dijo a sus amigas, entrando por completo del patio y cerrando la puerta de cristal.

Pasó instantáneamente a la cocina donde, efectivamente, estaba una notita de HoSeok:

"Holaaaaa, TaeTae.

Te iba a despertar pero ya me habías dicho que te gustaba ahí, así que por favor espero que te hayas puesto bloqueador antes de ir((: te traje caldo que tienes que recalentar, carne y un litro de zumo, las macetas están en tu balcón, subí para tomar tu libreta de geometría, jeje, mañana la tendrás de vueltaaaa. Espero te sirvan las macetas y disfrutes la comida, por favor come mejorrr)): sigues muy flaquito.

Con mucho amorrrr, Hobiii wuwuw."

El chico sonrió un poco y de manera descuidada dobló la hoja de cuaderno para guardarla en sus bolsillos; rápidamente procedió a comer, no se acabó todo, pero había quedado satisfecho, según él.

Fue directo al baño a lavarse las manos, se tardaba al rededor de veinte minutos en esto, sus manos estaban un poco maltratadas y con pequeñitas heridas por esto, él decía y quería hacerse creer que era por la jardinería.

Sonrió mirándose al espejo, se veía bien, sí, aunque quería bajar un poco más de peso; se secó la cara con una toalla y movió su cabello un poco, ganchándolo cómo pudo, detrás de su oreja.

Vertió agua de la llave en un vaso de cristal que tenía en la puerta de los medicamentos, de manera rápida como era ya costumbre, se paso una, dos, tres pastillas.

Se cepilló los dientes y lavó la cara antes de subir a su cuarto, donde se desvistió por completo y procedió a pararse frente al espejo de cuerpo completo que tenía; hacía unos meses que su piel se veía apagada, grisácea, antes su piel parecía dorada, era preciosa, las costillas se le marcaban un poco, suspiró para terminar volteando el espejo hacia la pared.

Era un tanto extraño, para él claro, que para su psicólogo era claro como el agua sus problemas de humor, en el día era muy feliz y alegre de todo, darle los buenos días a los maestros, abrazar a HoSeok, y eso; pero luego volvía y la realidad le golpeaba, pero él no quería que se preocuparan por él, bastantes problemas tenían los otros. Así que mejor así.

Se puso una camiseta que le había robado secretamente a Hobi hace ya tres años, aunque no había crecido mucho; era linda ya que tenía un estampado de una flor, el cual estaba algo desgastado ahora. Se metió unos calcetines largos para el frío, por último un pantalón de chándal gris, no era nada especial su pijama en realidad.