"Si el amor es sufrimiento...entonces aléjalo de mi".
Una chica con carencias afectivas y un hombre mayor con ganas de amar a alguien.
¿Qué podría salir mal?
La mañana se hizo presente en mi habitación llenando mi cara de luz solar.
Otro día aburrido- dije seriamente.
Me levanté de la cama y fuí a mirarme en el espejo de mi tocador. No había nada que me gustara en la imagen que veía: Una chica sin arreglar, sin maquillar, sin gracia y sin ninguna virtud. Mis facciones son cual rosas marchitas: Apagadas y muertas.
Lo de siempre. Nada nuevo ni emocionante- suspiré frustrada.
Antes de seguir con esta depresión habitual, voy a presentarme: mi nombre es Jung _________ y tengo 15 años.
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Tengo un hermano mayor llamado Jung Ho-seok, pero él siempre está de viaje por temas de la empresa de nuestro padre. A pesar de eso, siempre que podemos hablar o llamarnos, lo hacemos sin reclamarnos ni pelearnos por la ausencia.
En cuanto a mis padres, mi papá se llama Jung Dae-Hyun. Es un empresario muy poderoso en todo Corea Del Sur y en Estados Unidos, pero es un hombre rudo y frío que lo único que hace bien es gritarme y en ocasiones hasta pegarme. No recuerdo ni un solo día en que él nos diera un beso, ni abrazos o una sola muestra de cariño ni a mi ni a Ho-seok.
En cuanto a mi madre se llama Jung Yon. Bueno...ese era su nombre. Ella falleció hace 2 años por un cáncer de estómago que se la llevó después de 3 años de tratamientos y gastos médicos para pelear una batalla que al final no pudo ganar.
De ella solamente tengo recuerdos físicos y emocionales que no le hacen honor a su gran trabajo como madre. Ella siempre me trató con amor y que ahora no esté...me lastima cada vez que me despierto.
En fin, es hora de arreglarse- dije secando mis ojos.
Cada vez que recuerdo lo miserable que es mi vida me pongo a llorar. Detesto tanto ser una sentimental sensible que llora en exceso, pero una de las promesas que le hice a mi madre fue nunca perder mi escencia dulce y cariñosa.
Me metí a la ducha y después de un rato me puse el uniforme
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