¿Que tiene de malo la diversión? Nunca lo ha tenido para mí. Es más, desde ahora pasada mi adolescencia, no he echo más que hacer travesuras. Pero este año sabía que me metería en líos, ya que me mudé al otro lado de mi hogar. Si, Carolina como mi nueva destinación. Y la motivadora de esta nueva travesura no fue más que mi querida abuela, quién, sin quererlo, creó en mi cabeza un plan que hizo que luego se arrepintiera de sus palabras.
—Pueblos, nada mejor antes de que te ahogues —Dijo esta, inocente e incrédula, ante mis ojos ansiosos de aventura. Sin embargo, sin yo misma esperarlo, llegué a extrañar mi hogar, pero nunca me califiqué como una costanera del oeste, así que iba a por todas.
Pero soy una buena chica, siempre fiel aunque no se le resiste una. Es fácil admitirlo, digamos.
Mudarme con Cece en Carolina fue la mejor decisión. Es decir, somos prácticamente iguales. Las dos sabíamos de ante mano lo bien que nos lo pasaríamos, porque no nos hace falta ninguna invitación.
Pero cuando Cece me habló del festival, todo cambió. Recuerdo su cara traviesa mientras entraba en bragas en el salón, sujetando un cartel plastificado que significaría nuestra próxima destinación.
—Festival Carolina Famous VIP, en la playa— comenzó a decir entre carcajadas.
—¿Como coño has encontrado eso?—le respondí, dirigiéndome hasta ella con una mueca de satisfacción en mi rostro.
—Estaba en internet. Es para famosos—dijo divertida.
—¿Famosos? No—dije sería.
—¿Por qué no? Vamos Hasley, tendremos cuidado. No nos pillarán. Los guardias estarán muy ocupados bailando con nosotras, ¡vamos!—suplicó al final.
—Nunca digas nunca—dije para su satisfacción.
El objetivo estaba marcado y teníamos que seguirlo a ciegas. ¿Un festival en la playa? ¿Rodeada de famosos? La diversión es lo de menos, teníamos que tener cuidado. Recuerdo aquella vez en la que nos arrestaron. Pasamos toda una noche a oscuras, rezando por qué nuestros padres no se enterasen, pero lo hicieron igualmente. Pero eso eran cosas de adolescente. Ahora que somos mayores me replanteaba aún más porqué seguía haciendo ese tipo de cosas, colarnos en fiestas, en afters, en alfombras rojas... pero entonces me viene a la mente la adrenalina y me encanta de nuevo, sintiendo las ganas recorrerme el cuerpo.
Era algo estúpido, lo sé, pero me encantaba.