La pequeña Sofia Vivía un mundo de estudios y esa era su pasión, hasta que llego alguien que sin quererlo le robo él corazón haciéndolo añicos cada ves que podía, pero ella no perdía la esperanza de que aquel chico la llegara a Amar!!....
Pero lo qu...
—Ah, Hola hermosa, An pasado tres días desde la ultima ves que hablamos, me tienes votada, ¿hay algo que quieras contarme?—Escuche como suspiró del otro lado y supuse que estaría trabajando.
—Si, lo siento, e estado muy ocupada ultimamente, quería desirte que esta, tarde voy a salir con Ángel y quedamos de vernos allá.
—¿¡Ángel es el chico del que me as estado hablando hace dias!?.— Pregunto exaltada y yo tuve que alejar él teléfono de mis odios.
—¡Si el mismo, y quiero presentartelo!, ¿Que opinas?..
—Que que opino, ya te avias tardado boba.—dijo sarcásticamente.
—Si, ¿quiero saber si estaras hay?...
—Claro que estaré aquí, como perdermelo, quiero comprobar que lusca como me lo detallaste!!!...
—Jajaja, estas loca.
—No te hagas, si hací me amas— dijo muy segura de lo que decía, no la puedo ver pero estoy segura de que está sonriendo— Pues te dejo tengo que atender mi trabajo mocosa, te quiero.
—Igual yo babosa.
Después de avisarle a mi amiga que pasaría por su trabajo me puse algo mas comodo a lo que Traía puesto, limpie la cocina y lavé la ropa sucia para que no se nos acumulara, luego de eso limpie las habitaciones y termine de limpiar él resto de la casa.
A las tres y media de la tarde comenzé a buscar que ponerme para salir con Ángel, busque todo mi guardarropa y me desidi por una camisa negra de flores y un jean azul claro y unas bans negras, Lo puse todo en la cama y entre al baño, me quite lo que traía puesto y deje que él agua relajara mis músculos, después de unos largos minutos de una ducha relajante salí y rodeé mi cuerpo en la toalla.
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Salí a la habitación y rebise que mi teléfono ya estuviera cargado al comprobar que si, lo desconecte y me puse la ropa que eleji ponerme, me puse crema y peine mi cabello en un moño bajito, aplique rímel y nada mas, quería salir al natural, nada de maquillaje execivo esas cosas no me gustaban, no entiendo como pueden haber personas en él mundo que se embarran la cara de maquillaje y salen a la calle con Toda la normalidad del mundo, sin pena como si salir hací a la calle fuera lo mas normal del mundo.
Sonó él timbre y recordé que tenía que salir, siempre me voy lejos en mi mente, busque una cartera pequeña y entré mi teléfono y otras cosas mas, baje corriendo y me despedí de mamá la cual horas atras no paro de preguntarme quien era él afortunado.
—Hola— dije abriendo la puerta y sonriendo.
—Hola, estas hermosa.—Dijo mirándome detalladamente.
