Cenizas

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Aún recuerdo el día que fui llamado a este mundo, sin preguntas, sin pedir mi opinión ni la de mis cercanos.

Aún recuerdo sus maravillosos ojos verdes viendo desde el piso, como el fuego me envolvía, recuerdo todo el dolor que sentí, pero más recuerdo lo que sentí al tocarla por última vez para alejarla de las llamas y su cara de impotencia pidiendo ayuda.

En realidad no se si quedo algo de mi para ser enterrado, tampoco se si volveré algún día, solo espero que mi novia y mi familia puedan seguir adelante al igual que yo.

Todo mi cuerpo ardió, debía estar muerto, pero aún sentía dolor, abrí los ojos, no había nada.

-No estas muerto, calma, otros te han invocado- una voz femenina retumbo alrededor.

-Esto no es un manga o un anime, ahora dirás que eres dios-

-Fufu, bueno algo así, pero tu no crees mucho en mi, cierto-

-Como lo sabes, bueno... no me gustan mucho las religiones. ¿Por que no puedo ver nada?-

-No hace falta que me veas o me imaginarias como una bola blanca o un mago anciano de sombrero puntiagudo o quizás me veras como Sara, veamos, 1,70, cabello largo trigueña, bonitas curvas, ella es linda-

-No hables de ella. Entonces me darás poder o trucos-

- Mmmm... nop fufu, yo no te invoque solo lo retraso para conversar un poco, pero te daré un consejo, usa todo el conocimiento que tienes, pero no confíes ciegamente, ni si quiera en los otros héroes- me dijo mientras sentía que tiraban de mí- sufrirás, lloraras y maldecirás, pero no decaigas, viaja, conoce, ama, como un favor me encargare de que ella sea feliz mientras pueda; así que ve, no seas el héroe que este mundo y su gente quiere, sé el héroe que ellos necesitan, mmm eso sonó como una película no?-

Las llamas me envolvieron de nuevo, pero esta vez no sentí dolor.....

-Ooooo, aquí viene el tercer grupo-

-No es posible que sea solo uno-

-La invocación anterior trajo uno menos y esta vez es solo uno-

-Que alguien revise las antiguas escrituras-

Varias voces se superpusieron mientras yo me encontraba de rodillas, sin aliento y sintiéndome apunto de vomitar, logre ver alrededor.

Grupos de personas ayudaban a siete jóvenes separados en dos grupos, algunos se trataban de poner de pie otros eran abrigados mientras tiritaban mojados, pero todos se veían tan mal como yo me sentía.

-Dios- escuche a mi lado- una chica de cabello largo y azul, con una armadura se incoo a mi lado- tiene quemaduras por todo el cuerpo, lo sanaremos, no se preocupe- dijo mirándome seriamente.

Era muy bella sin dudas, no a la altura de Sara, mi novia, pero apenas la mire, una sirvienta puso una manta sobre mi y recién me di cuenta que estaba desnudo, pero era obvio después del fuego.

-Esta hirviendo, mi señora- otras tres personas se le unieron y una luz azul me envolvió, haciéndome sentir mejor, mirando a la chica a mi lado le dije.

-Ya esta bien, me siento mejor- y con cuidado me levante

-Es así- dijo mirándome con unos ojos azules muy grandes -bien, es bastante resistente a pesar de que tenia las mayores lesiones-

-Lo que hicieron, acaso fue magia?-

-Así es, si la conoce quiere decir que en su mundo también existe, cierto?-

-No, pero algo se conoce, que es lo que suce....-

-Por favor honorables héroes de otro mundo- nos interrumpieron -el rey desea verlos y hablarles, por favor pongan atención al rey del gran reino de Furzak-

-Viste, un rey, realmente estamos en otro mundo- dijo una chica asiática de cabello castaño corto del grupo cercano a mi.

Supongo que el viejo con la corona de oro y seguido con un gran séquito, es el rey, al verlo recordé o que dijo la voz, la forma en que nos miro, no me gusto para nada, tenia doble papada, poco cabello, pero largo, como tapando su calvicie, estaba rojo y sonreía malvadamente.

-Bienvenidos grandes héroes, han sido llamados para salvarnos del infame reino demoníaco, que nos invade tanto a nosotros como a nuestros vecinos- hablo el rey, sin siquiera presentarse.

-Espere, con que derecho nos trajeron- pregunto un tipo de color bastante grande.

-Silencio en presencia del rey- grito un hombre a su lado.

-Supongo que están cansados, llévenlos a sus habitaciones y preparen los para una cena donde se les informara todo- dijo el rey dando media vuelta.

En el camino a mi habitación supe que debíamos ser cuatro personas por cada invocación, así que tendría una sección del castillo para mi solo, una gran habitación y buenas ropas, una tina con agua caliente me esperaba, así que me prepare rápidamente y fui llevado a un gran salón lleno de gente y lo mas importante respuestas y comida, claro.


-Bienvenidos héroes soy Melian la princesa mayor del reino de Furzak, los acompañare e intentare contestar sus preguntas, cabello celeste, muy largo y liso, ojos grises, poco mas baja que yo, ella es mi hermana menor Eloise- algo mas baja pero se notaba un gran futuro por sus caderas creo que será mejor que su hermana, tenia cabellos mas azules al igual que sus ojos.

-Me disculpo por las molestias que les hemos causado pero todo es por el futuro de nuestro reino, soy Eloise y a pesar de ser una princesa del reino también pueden llamarme sin formalidades desde que estaremos lado a lado-

-O a mi también me encantaría que me llamaran Melian- dijo con una gran sonrisa.

El banquete fue de pie, mucha comida extraña, pero bastante buena, los demás estaban reunidos en sus grupos, así que me quede apartado, mas que nada pensando, no en ser un héroe, ni en en este nuevo mundo, pensaba en Amelia, en sus ojos llorando...

Se nos unieron varios magos y guerreros que se presentaron, algunos dijeron ser nuestros maestros; luego toco nuestro turno de hacerlo, aunque es raro que no nos lo pidieran cuando estábamos frente al rey.


Comenzarían las presentaciones....

Héroe VerdaderoWhere stories live. Discover now