1. Llegando tarde

27 2 1
                                    


"Un año nuevo es una vida nueva"

-Beth Carson 


Soplé un mechon de mi cabello aburrida mientras ignoraba las palabras del profesor, frunzo el ceño apenas siento un golpe leve en la cabeza, noto un papel arrugado debajo de mis pies. Lo tome en mis manos extrañada y procedí abrirlo. 

"Estoy a punto de lanzarme por la ventana, odio a este maldito profesor. ¿Qué haremos después de clases? Escuché a Brad hablar sobre un bar nuevo en la cuadra. ¡Tenemos que ir! 

Posdata: Dime que tienes una idea para liberarnos de este infierno o juro que me le uno a Steven y su intenso fetiche por los mocos" 

Reprimo una carcajada mordiendo mis labios y miro hacia Steven -el rubio con los lentes más grandes que sus ojos-  metiéndose un dedo en la nariz. Katheryn lo mira asqueada simulando una arcada. Entonces decido contestar su inusual nota.

"¿Bar nuevo? Estás hablando con Brooke Evans por supuesto que me anoto. 

Posdata: No tienes que pedírmelo dos veces, ya me encargo"

Apenas lanzo el papel tomo mi teléfono sin que el viejo calvo lo note, sin pensarlo envío un mensaje al primer contacto de mi lista. Miro a Katheryn guiñándole un ojo dándole a entender que en poco sus deseos serán escuchados. Durante unos minutos el profesor Agnel se dispone a escribir en la pizarra cuando es interrumpido por un pitido que proviene de los pasillos. 

-¿Esa no es la alarma de incendios? - Pregunta un chico confundido, entonces miro a la pelirroja con una ceja alzada esperando a que inicie su drama. 

-¡FUEGO! ¡Tenemos que salir! - Chilló alertando a los demás, la voz del profesor era ignorada mientras todos corríamos fuera del salón, los pasillos se encontraban lleno de estudiantes alborotados mientras varios docentes intentaba mantener la calma. 

-Gracias a dios salimos antes de que Steven tomara mis mocos prestados - Exclama Katheryn con una mueca mientras ruedo los ojos  por su exageración. 

-¿Porque siento que ustedes tienen que ver con este supuesto incendio? - La voz de Leah se hace escuchar detrás de nosotras, su cabello rubio recogido en una coleta sin un mechón suelto mientras unos lentes de lectura cubrían sus hermosos ojos azules.

-Deberías agradecer que te sacamos de esas cuatro paredes - Se burla Katheryn meneando su cabello pelirrojo ondulado que cae hasta el final de su cintura, sus ojos verdes cubiertos de unas grandes pestañas, el uniforme bien ceñido a su figura era algo de lo que muchos hablaban. Katheryn tenía un cuerpo de muerte, sus pechos grandes prensados en la tela de la camisa blanca, una falda corta más arriba de las rodillas y levantado por su - no tan grande- pero un fornido trasero. 

-Es el primer día, tampoco es como si fuéramos a perder el año - Ruedo mis ojos abrazando a Leah, su cuerpo vibra apenas suelta unas risitas. Leah a pesar de ser muy reservada tenía un buen cuerpo, casi siempre llevaba una chaqueta negra de acuerdo al uniforme y la falda rayada con solo un poco más arriba de las rodillas. En cambio mi uniforme era un poco más transformado, no me gustaba la camisa horrorosa del instituto Manhattan Preparatory School, por eso un día decidí cortar parte de la blusa  dejando libre parte de mi fornicado abdomen por supuesto al principio recibí una queja lo que llevo a una expulsión pero mi querida madre colabora con una buena suma de dinero para el colegio así que es imposible que me boten. Mi falda llega sobre mis muslos cayendo sobre un buen trasero. Mis ojos son de un color azul intenso con grandes pestañas, mi rostro definido y delicado lo acompañan una nariz puntiaguda y unos labios rosados carnosos. Mi cabello castaño cae en forma de cascada hasta la punta de mis caderas. 

Lies That HurtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora