CUI & AUC

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Convirtiéndose en el uke ideal & Atte. Un compañero.
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-No es como que si fuera tan malo- Iván sonrió de forma coqueta sentandose a horcajadas sobre las piernas de su novio, inclinandose para que sus rostros quedaran cerca.
-Iván... Estamos en la escuela de intercambio, por favor...- el castaño sonrió nerviosamente acariciando la mejilla del de cabello negro, mirando luego hacia la puerta.
Aún faltaba bastante para entrar a la primera clase pero habían llegado temprano temiendo perderse en el camino, así que se encontraban en la sala vacía con el más alto sentado en una silla y su pareja sobre él.
-Pero nadie esta aquí...- susurró coqueto acariciando con su dedo la mejilla de su acompañante, antes de abrazarlo poniendo sus labios sobre los suyos. Sebastián dejó escapar un suspiro y le devolvió el beso rodeando su cintura con su brazo atrayendolo más hacia él si se podía.
Iván sonrió más que satisfecho al sentir las manos de su novio acariciando su espalda y movió levemente su cadera haciendo jadear a ambos y que el beso se rompiera.
Ambos se miraron algo sonrojados y volvieron a besarce de forma apasionada.
-Pero tenemos a la última hora y... ¿¡Qué rayos?!- al escuchar esa voz ambos se separaron sorprendidos, pero se sorprendieron más al ver a los dos chicos que estaban en la puerta.
Sebastián e Iván se miraron uno al otro antes de volver su vista hacia la puerta.
-¿Por qué es igual a mi?- murmuró el de cabello negros mirando a su "doble", lo único que los diferenciaba era el cabello más corto del que acababa de entrar y sus lentes, además de la obvia diferencia en el vestuario.
Por mientras ambos castaños también se miraron bastante incrédulos.
-Iván...- el Sebastián que acaba de entrar miró hacia su novio aún azorado, el de lentes frunció el ceño al igual que el otro.
-¿¡También se llama como yo!?- se cruzó de brazos enojado parandose para sentarse a un lado de su pareja y no estar mas sobre él, pasandose las manos por short bastante enojado de que esos chicos tan parecidos a ellos le hubieran cortado la línea. Iba a ser divertido tener un pequeño momento intimo antes de las aburridas clases.
-Dime que tu no te llamas Sebastián- murmuró el chico sentado pasando su brazo por los hombros de su pareja, aún sin salir de su asombro.
El otro castaño se removió incomodo.
-En realidad si, ese es mi nombre...- acaricio levemente la mano de su Iván mientras hablaba antes de mirarlo para luego mirar al otro Iván. Eran muy parecidos y a la vez distintos, su Iván nunca se vestiría con short y una playera pegada al cuerpo para ir a la escuela, además que los gestos del otro Iván parecían mas desdeñosos.
Las dos parejas se miraron incómodas.
Iván terminó por acomodarse los lentes y jalar levemente la mano de Sebastián yendo a sus asientos de adelante y sentandose, sin duda este era un día extraño.
-Se ven tan vírgenes - murmuro el de cabellos negros mas largos, susurrando hacia su pareja.
-Yo creo que se ven tiernos- Sebastián sonrió desviando su mirada hacia la pareja de adelante -Es como de esos tipos de amores tiernos y adorables, que sacan corazones a cualquiera y que no necesitan de la pasión sexual para demostrarse que se quieren- explicó suavemente mirando casi con corazones en los ojos hacia los otros dos.
-Bobadas- refunfuño Iván cruzándose de brazos, Sebastián dejo escapar una risa y le pico la mejilla antes de besar rápidamente sus labios.
-Se parecen demasiado a nosotros - murmuró el castaño mirando levemente hacia atrás para mirar hacia los otros dos, para luego volver su mirada a su pareja y con una sonrisa tierna acomodarle los lentes.
-Esto será tan extraño...- murmuró el de cabellos negros dejando que su mano se entrelazara con la de su compañero, mirando hacia sus manos -¿Y viste lo que hacían cuando entramos? Son unos inconscientes - reclamo en tono bajo frunciendo el ceño, Sebastián dejo escapar una risita y le dio un pequeño beso en la mejilla.
-Lo son-
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Cuando la hora terminó todos salieron fuera del aula, Iván y Sebastián -los del fondo- habían decidido quedarse hasta que todos salieran y ahí recién salir.
Ambos se levantaron al no ver a nadie e Iván aprovecho para poner sus manos en las mejillas de su novio para besar lo profundamente, planeando continuar lo que habían dejado de lado en la mañana antes de que la otra parejita entrara al aula. Sebastián le respondió de buena gana abrazandolo pero cuando ambos se separaron para respirar noto que había unos lentes sobre la mesa de adelante.
-Iván... Espera...- agarró con dulzura las manos de su novio sonriendo al ver su cara de confusión así que besos sus labios rápidamente -Debemos devolverle los lentes al otro Iván -
El de cabellos negros quedó en blanco por varios segundos.
-Pero... ¡Solo tenemos veinte minutos!
-Pero podemos hacerlo en casa, ahí no nos expulsaran si nos encuentran - sonrió dejando un beso en sus labios una vez más antes de alejarse de él para ir a agarrar los lentes.
Iván miró incrédulo como su pareja parecía no estar bromeando y como salía del aula dejandolo solo, apretó la mandíbula enojado.
-Niño infeliz ¡Seguro dejo esos lentes a propósito!- se quejó para el mismo y se apuro a salir para no perder a su novio, sintiéndose bastante molesto. Casi nunca Sebastián accedía a hacerlo en algún lugar donde podrían pillarlos así que por una parte lo entendía, lo que más le fastiaba es que se hubiera atrevido a cortar su momento romántico solamente para devolverle los lentes al otro Iván.
Se detuvo varios metros de ellos, Sebastián le estaba devolviendo los lentes al otro Iván quien solo los agarró rápidamente murmurando algo que seguramente era algo así como un "gracias" en idioma nerd tsundere.
¿Cómo alguien podía ver algo tierno en eso?
-Awwwww- Su Sebastián dejo escapar una risa ante el gracias tan extraño luego de ese sonido.
Iván frunció el ceño.
Maldita sea.
No había pasado por tanto, por una autofriendzone, por charlas motivacionales y una lista de cosas para volverse el uke ideal solo para que un chiquillo de lentes con mejores calificaciones que las suyas le quitara a su Sebastián.
-¡No le coquetees a mi novio!- Gritó furioso acercandose a ellos mientras los tres y todo el pasillo lo miraba sorprendido -Yo se lo que tu pretendes con tu "¡mirenme! ¡Soy tan debil!" - su tono había bajado a uno normal pero seguía siendo amenazante.
-Iván... Solo me agradeció por los lentes... No estaba...- trató de explicar su novio pero el de cabello más largo lo corto enseguida.
-¡Conozco a los tipos como él! -
El de lentes miraba a la pareja discutir bastante confundido, el castaño lo jaló suavemente para que siguieran camino.
-¡Ey! ¡No huyan!-
El de cabellos más cortos se dio vuelta y parecía que iba a responder pero su pareja solo entrelazo más sus manos y murmuró algo en su oído haciendo que un leve sonrojo apareciera en su cara aunque el gesto de molestia no desapareció totalmente. La pareja mas tranquila se dio la vuelta antes de seguir caminando hacia afuera de la escuela.
-¡Y los lentes te quedan feos!-
-Iván, no pelees- Sebastián rodo los ojos divertido rodeando la cintura de su pareja con su brazo para atraerlo hacia si sin importarle la mirada de los demás.
-Le dijiste tierno- el pelinegro lo miró de manera acusatoria haciendo que dejara escapar una leve risa y besara su nariz.
-¿Y eso que? Sabes que te prefiero a ti- sonrió con ternura por los celos del mas bajo, acariciando con ternura su rostro haciéndolo sonrojar.
-No quiero que vuelvas a decirle tierno o 'awwww" esos tsundere no son tiernos ¡Son desesperantes!- miró hacia otro lado pero abrazó a su novio apoyandose en el.
-Okey, okey... Oye... Aún tenemos planes en casa~- murmuró en su oído haciendo que levantara su mirada, ambos se sonrieron antes de besarce rápidamente y seguir caminando.
Tenían que llegar al departamento lo antes posible.

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