Era el año 847, en la pequeña ciudad tras el muro de Rose me encontraba en mis prácticas con el arnés, comprobando la cantidad de gas que mis bombonas tenían pero sin esperarmelo la oscuridad se cernó en mi y caí en un profundo sueño. No podría especificar cuantas horas estuve dormida o en que lugar me encontraba, solo pude ver una cosa al abrir mis ojos: El comandante Levi, ese caradura sin escrúpulos estaba frente a mi con un látigo y unas esposas... No entendía aquello y tampoco como de la más puras de las casualidades acabé en aquella situación pero mi odio e ira me invadía.
* * *
Desde muy pequeña viví en una pequeña aldea en el muro de Maria, muralla la cual por más de 100 años nos había protegido de unos temibles titanes, gigantes de aspecto humano que comían a nuestra especie y la devoraba. El mundo en el cual me tocó vivir no era el mejor pero estaba muy feliz junto a mi familia granjera. Estábamos mi madre, mi padre y dos hermanos, un mayor y una menor. Los cinco poco a poco salíamos al día a día disfrutando de lo que cosechábamos, cuidábamos y vendíamos. Todo hasta aquel día en el año 845, fecha en la que tenía 14 años el mundo tocó vivir otra gran tragedia y como no vivirla yo también y de una forma a día de hoy bochornosa para mi familia.
En aquel momento en el que el muro Maria sufría una brecha causada por el titán colosal, el cual nunca llegué a ver por la lejanía en la que estaba del lugar pero no tardó en se atacada en la aldea donde vivía. Tuvimos mi familia mucha suerte de ser rescatados antes de que los titanes empezaran a entrar en la aldea pero aconteció una peor situación. Una vez estuvimos a salvo, nos llevaron a un lugar muy oscuro, como a un sótano donde muchas más familias como la mia se encontraban. Mis nervios y temor empezaban a aparecer a cada segundo que la oscuridad era más penumbrosa, el silencio consumía los llantos de los bebés y el agobio daba su función principal en todas las personas de allí. Estaba abrazada a mi madre, con lágrimas en los ojos, a punto de decirle lo mucho que la quería cuando un rayo de luz apareció en una esquina de aquel sótano. Unos pasos firmes bajaban unas escaleras, vislumbrándose unas sombras siniestras y atemorizantes. Silencio. Un silencio callado con el inesperado ruido de disparos. Cuando menos me lo esperé mi madre me abrazaba y me protegía de lo que sentí y fue un tiroteo hacia todos nosotros. Por varios segundos solo había gritos y sangre, una masacre en aquel sótano. Me quedé callada, asustada y muda de lo inesperado de aquello escuchando una frase a lo lejos de alguno de aquellos tipos que se dieron a tiros...-Agradecedle a Levi vuestra muerte, ese delincuente pagará por todo esto-.
Aquella frase quedó en mi cabeza. ¿Quien era ese Levi y porque había sido capaz de ordenar o perpetrar tal matanza? Fue una pregunta que mi cabeza, poco a poco recordaba y recordaba a medida de los días en los que pude escapar de aquel lugar sin ser vista, con miedo de acabar como a mi familia le habían hecho. Tras aquello y varios meses de hambruna y casi al borde de la muerte pude llegar a la capital de la muralla Rose, habían pasado como casi un año de la muerte de mis parientes y ya tenía yo 15 años. En un paseo en el cual iba pidiendo limosnas unas voces hablaron sobre aquel nombre que mi cabeza daba vueltas.
-¿Han nombrado al joven Levi capitán de exploración? Tiene la milicia muchas agallas de poner a tal criminal entre sus jefes-. Dijo un hombre de mediana edad, hablando con otro de misma semejanza.
-Pobres los cadetes que empiezan la semana que viene.....- Concluyó en otro hombre.Esa conversación fue para mi una luz de esperanza, una oportunidad de poder vengarme de mi familia y de aquellas pobres personas que fueron matadas de forma inhumana. Pagaría ese tal Levi por todo aquello y lo mataría. Si, lo mataría a sangre fría por todo aquello que me causó y a su vez me fortaleció como mujer. Siendo alguien despiadada y con algunas muertes a mis espaldas por la supervivencia.
Así que a la semana tras aquella conversación fue al campamento militar pasando un seguido de pruebas que la llevaron finalmente a entrar y empezar como cadete de la milicia. Ahí empezó mi nueva vida de aprendiz, de el duro trabajo que me esperaba allí y de como no, realizar mi meta al entrar aquí: matar a Levi Ackerman.