Cupido

745 113 77
                                    

Finalmente el último bloque de clases había finalizado, como también una ardua semana llena de exámenes finales. Pero para Ong Seongwoo no había sido tan difícil, ya que —según él— a final de todo no era difícil si a uno le gustaba lo que estudiaba, independiente fuese algo relacionado con las matemáticas o el arte, era cuestión de esfuerzo y gusto. Por ello, cuando caminó por los pasillos junto a unos compañeros de facultad pensó en qué podría hacer en su fin de semana, aunque no fuese viernes ya se hacía planes para disfrutar de un merecido relajo; podría ser ir al parque, o quizá al acuario, incluso ir a bailar con algunas personas, tenía varias opciones. De todas formas siempre terminaba acostado, comiendo y viendo algo en la televisión de paga.

Sus compañeros le mencionaron que irían a la cafetería a comer algo, pero el pelinegro solo quería ir a su apartamento que se localizaba un tanto lejos de la universidad. Cabía recordar que Seongwoo no vivía en los edificios para los chicos becados, puesto que su familia sí tenía para costear sus estudios. Por ello solo se despidió con su mano y un simple "nos vemos luego" para dirigiste por las escaleras, aunque en un momento casi se resbala por las escaleras, pero logró afirmarse de la baranda.

Luego de ese pequeño y casi incidente continuó con su ida a su hogar, y en el momento de caminar por el gran patio de la facultad, sintió cómo le tomaban del hombro, haciendo que diera un sobresalto y al momento de mirar de quien se trataba, sintió cómo su cara ardía e incluso sus mejillas parecían estar a punto de estallar pero intentó controlarse, aunque estuviese vuelto un océano de emociones.

— ¿Y tú? No te vi en toda la tarde, ah. Seongwoo eres un pillo, ¿dónde andabas?

El mencionado solo le miró intentando inventar una mentira prudente, ya que había quedado en juntarse con su grupo de amigos —y él— luego de los primeros exámenes que había sido en la mañana y tuvo varias horas para reunirse con ellos pero prefirió esconderse en la biblioteca e incluso un cubículo en el baño.

— Oh, Daniel, es que... digamos que no estaba preparado para este examen y por eso quise estudiar un poco más —se excusó bajando un poco la mirada—. Mañana ya quedaremos totalmente libre y me juntaré con todos ustedes.

— No lo digas como si hubieras cometido un pecado, Seongwoo hyung, es una broma —el contrario de cabellera rubia con toques rosados soltó una ligera risa para tomarle del hombro, sacudiendo con suavidad a este para que le acompañara con esas pequeñas risas—. Ya, ya, debo irme. Debo ir a comprar comida a mis gatos.

— Espera... —Seongwoo le detuvo antes de retirarse—. ¿De casualidad recuerdas lo que pasó en la fiesta de cumpleaños de Jisung hyung? Digo... bebimos bastante.

Daniel alzó la mirada al cielo, como si la respuesta estuviese escrita en las nubes pero al volver su mirada al pelinegro, negó un par de veces, incluso encogió sus hombros.

— Creo que bebimos mucho, ¿no crees? Bueno, más tú... pero dime, querido hyung —se acercó para rodear su cuello con su pálido brazo, actuando como si fuese una clase de chisme—. ¿Debería recordar algo?

— ¿E-Eh? —el mayor sintió que el corazón se le iba a salir por la boca o el trasero pero solo negó con una risa un tanto estúpida—. No, además recuerdo que tú bebiste solo un poco y ya estabas casi dormido en el sofá.

El rubio se separó con una ligera mueca bastante fingida, posando su mano en su pecho, como si le doliese su corazón.

— Me ofendes Ong Seongwoo, realmente me ofendes como nunca lo hubieras hecho —caminó pasos hacia adelante para finalmente despedirse con su mano y seguir su camino hacia la salida de la universidad, dejando al pelinegro con una ligera sonrisa.

Cupido ; OngnielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora