La madre de Celeste desde pequeña la ha sobre protegido hasta llegar al punto de contratar a su mejor amigo, despues de unos años Armin y Alexy pierden a sus padres por razones desconocidas, haciendo que se mudaran a su casa y desenvolviendo sentimi...
Como todos los padres, su preocupacion inicial son sus hijos, tanto como su bienestar, educacion, etc. Desgraciadamente, mi madre era sobreprotectora, hasta el punto de contratar a mi mejor amigo de niñero.
Me encontraba acostada mirando el cielo, junto a Lika y sus cachorros. Me habia entrado la extraña mania de tomar aire, algo extraño por mi parte. Pude escuchar como una persona, se dirigia hacia mi direccion, no queria girarme, por lo que, espere algunos segundos para verlo. Sabia quien era. Mirándolo le dirigí una sonrisa amistosa
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-Hola Armin- dije mirandolo, aun recostada, parecia pensativo. Me miro y sonrio, casi forzadamente.
-Hola Celeste ¿Qué te dio por estar aquí?-pregunto mientras se acomodaba a mi lado, suspire.
-No lo se –decia mientras cerraba los ojos mientras sentia la brisa recorrer mi cuerpo y juguetear con algunos cabellos.
-Tan pequeña y tan extraña- dijo con un tono bufon, ante ese comentario, no sabria como reaccionar, igualmente permaneci calmada.
-Te recuerdo que tenemos la misma edad- dicho esto, me mostro una sonrisa mientras apartaba la vista, nervioso.
-Pero soy tu niñero-dicho esto, me sente, para estar a su altura. Una excusa tan barata, ya no funcionaba como antes.
-Una cosa no saca la otra-ante el comentario, comenzamos a reir sin razon alguna, Armin tenia nueve años, era un chico maduro, por lo que, ya habia una razon, por la que mi madre lo escogio, ademas no cobraba demasiado. Se instalo un silencio, no era incomodo pero me aburria, me levante del suelo, para luego, dirigirle una mirada.
-¿Qué pasa?-pregunto, algo confundido, le tome de las manos, como insistiendole que se levantara, sin decirle una palabra, tal vez con los actos, podia captar la indirecta.
-Vamos a jugar con la consola adentro tengo un poco de frió ¿Si?-dije tratando de actuar triste, no duro mucho la actuacion, el viento recorrio mi espalda, provocando un escalofrio de mi parte.
-Si no quieres resfriarte, entonces deberias abrigarte mas-dijo, con la mirada seria. Era cierto, no soportaba las chaquetas, ademas, habia un clima agradable, no queria desperdiciarlo.
-Es que llegue recién del colegio y pues..., me dio un poquito de flojera ponerme otra ropa-dije avergonzada, no era del todo mentira. Suspirando, se levanto, sacandose la chaqueta, para despues, dejarla sobre mis hombros.
-No quiero que te enfermes ¿Si?-asentí de inmediato, tomo una de mis manos y caminamos hacia la sala, nos sentamos en el sillón, acurrucándonos para mantener el calor. Pero, mis ojos comenzaron a cerrarse, me habia entrado sueño, esperaba que Armin, no se percatara que me habia quedado dormida.
Al abrir mis ojos, me sente algo atontada por el sueño. Estaba en mi habitacion, pude ver que Armin dormía apoyado en el escritorio, trate de levantar, sin hacer mucho ruido. Tome una manta del armario, para despues, abrigarle. Trate de buscar algun objeto, para matar el tiempo, ninguno. Mi atencion se dirigio hacia su consola, no habiamos jugado, por lo que, estabs totalmente cargada. Comence pasando los niveles de cada juego, algunos mas dificiles que otros, pero me mantenia concentrada en alguna cosa. Se despertó unas horas mas tarde, trate de hacerme la tonta, parecia apenado por ver, como su consola, habia perdido toda la bateria. Me sentia culpable, pero demasiado.
