ATARAXIA

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La serenidad una vez que sus ojos se cerraban, confundía tanto a Yoon Gi que nunca sabía si lo que pasaba era real o no.

Alguien como él, que siempre buscaba un  momento de paz, era el tipo de persona que no se preocupaba mucho por lo que había a su alrededor en cuanto el cuerpo ya no le respondía.

Sereno, tranquilo y silencioso.

Palabras que se repetían en su cabeza, pero que no decía con su boca. No podía hablar, era como si sus labios estuviesen cosidos con un fino hilo de algodón; y aunque esa sensación podía resultar desagradable, a él no le molestaba.

¿Qué hora es aquí?

Esa pregunta nunca iba a tener respuesta. El tiempo se detenía cada vez que sus ojos veían aquel lugar.

Un valle desolado, bajo la luz de pequeñas y miles de estrellas salpicadas en un cielo oscuro y acompañadas por una media luna apenas con una tenue neblina a su alrededor. El cantar de los grillos y el sonido de una leve brisa fresca pasando por su rostro, lo hicieron sonreír.

Aquel lugar parecía sacado de un libro fantástico y, hasta podría decirse, que de uno de terror. Aquella soledad podía resultar inquietante, provocar un estado de depresión tan grande que hasta darían ganas de llorar. Pero para Yoon Gi todo lo que veía, podía definirse con la palabra paz.

He estado muchas veces aquí... ¿Debería creer que esto es sólo un sueño o acaso es mi verdadero hogar?

Sus pies estaban descalzos, mas no sentía frío. Sintió el tacto de aquel césped colarse entre sus dedos, haciéndole un poco de cosquillas..

Caminó simplemente hacia el frente, alejándose del punto principal donde había aparecido. Se le hizo eterno, el camino parecía no tener un fin, y si lo tenía tampoco le importaba no llegar. No era su prioridad, porque no tenia ninguna realmente.

Podía tratarse de un sueño, una fantasía que él mismo generaba en su mente o una alucinación, pero por qué no, también real.

Cuanto más sentía que se alejaba y avanzaba hacia un camino sin fin, una luz se hacía cada vez más intensa, como si una gran farola estuviese allí. Y tras parpadeos, Yoon Gi se vio en la punta de un acantilado. Al otro lado no había nada, sólo una inmensidad de nubes blancas que se movían casi danzantes por el viento. Miró hacia abajo y no logró ver nada, ni rocas, ni agua...

—¿Crees que haya un final bajo esto?

Una voz apacible que desconocía, habló muy cerca de su oído. Giró su cabeza sin sentirse perturbado por ello y miró a aquel chico. Sus grandes ojos negros le recordaban a alguien, quizás lo había visto antes... 

—No lo sé— volvió a mirar hacia abajo—.Y si lo hay no quiero comprobarlo. 

—Bueno, aunque lo hicieras no pasaría nada, Yoon Gi.

Algo sorprendido porque supiera su nombre, el peligris sonrió de lado sin dejar de mirar hacia abajo. Podía ser tan cierto como mentira. Aunque a cualquiera lo que sucedía podía parecerle un sueño, para Yoon Gi todo era muy real, a pesar de aquel paisaje singular nunca antes visto y de la aparición repentina de ese chico.    

—¿Quién eres?—le preguntó sin mirarlo siquiera.

—No lo sé, esto está dentro de tu cabeza, tú me has hecho aparecer aquí.    

Después de eso todo se disolvió.


🌙

Tan temprano y corriendo por los pasillos de la escuela era típico de Jung Kook. El menor del grupo de amigos solía llegar tarde porque en la noche se la pasaba jugando videojuegos online.

ATARAXIA [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora