Final Alternativo.

323 23 17
                                    

Me encontraba sentada en aquella banca, mientras pensaba en las millones de cosas que pensaba hacer.
El frío me caló los huesos, por lo cual me acurruqué aún más en el suéter que llevaba.

Llevaba aproximadamente una hora sentada dándole mil y un vueltas al asunto. No podía creer lo que estaba pensando hacer. Tiraría mi vida por la borda, todo lo que había construido... Ambos lo dejaríamos.

Me puse de pie y me sacudí la ropa, tratando de concentrarme en algo más que en mis pensamientos. Estaba haciéndome trizas yo sola, mientras lo más seguro era que no llevará a cabo nada de lo que deseaba.

¿Eso era lo qué quería? ¿Dejarlo todo solo por una persona?

Sí, era lo que haría.

La noche cayó con prisa, alentándome con desdén a dar con mi cometido. Estaba acostada en aquella fría cama, mientras mi único acompañante dormía plácidamente. Sus antiguas andanzas se habían borrado gracias a Johan, así que tenía su compañía cada noche.

El único problema era que su compañía no era la que deseaba...

Uno, dos, tres... Los segundos pasaban y el tic tac me estaba desquiciando. La media noche se acercaba velozmente. Se me estaba agotando el tiempo.
Era ahora, o nunca.

Quité las frazadas de mi cuerpo con sigilo y me dirigí al baño. Saqué la ropa del cajón donde la había escondido y me la puse con prisa, mientras evitaba mirarme en el espejo. Sabía que vería un rastro de miedo en mi rostro, así que procuré no verme a mi misma. Ya no me echaría para atrás.

Puse el bolso que llevaba preparando hace mucho y me lo colgué al hombro. Tal y como lo había imaginado muchas veces, el corazón me latía con desespero, haciéndome sentir levemente mareada.

Salí del baño y le eché un último vistazo al lugar. Reprimiendo las lágrimas, me acerqué al mueble de noche. Un papel y un lápiz, era lo único que requería ahora.

"Hijo:

Espero no me guardes rencor. Te amo con todo mi ser, pero en éste momento, estoy yendo detrás de ese gran amor que estuve esperando toda mi vida, y que por cuestiones de la misma, dejé ir. Espero que cuando crezcas, puedas experimentar aquel hermoso y al mismo tiempo doloroso sentimiento. Jamás permitas que alguien te diga que no debes ir tras él. Siempre ten en cuenta que el amor es lo que nos mantiene vivos, lo que nos hace sentir, así que ve tras él. Siempre.
Espero Jeff y tú puedan perdonarme.
Sé que volveremos a encontrarnos.
Te amo con todo lo que soy."

Tomé el papel mientras procedía a abandonar la habitación. Las lágrimas rodaban silenciosamente por mis ojos, mientras mi corazón se estrujaba con cada paso.

Johan dormía plácidamente, mientras su cuerpo estaba enredado en las sábanas. Reí levemente y le quité el cabello de la frente, para luego depositar un beso fervoroso en ésta. Lo extrañaría, demasiado.

Dejé la nota encima de su pequeña mesa, mientras acariciaba su pequeño rostro.

—Te amo demasiado.— Otro beso, y entonces, fue cuando abandoné su habitación.

Dejé la casa con rapidez, mientras le daba un último vistazo. Fue entonces cuando le di la espalda, para no volver jamás.

Luego de una extensa caminata, llegué a mi última parada. Frente al bosque, la carretera se extendía más allá de mi campo de visión, mientras pensaba en lo que pasaría de ahora en adelante.

Pasos se oyeron mientras las hojas crujían bajo estos. Había llegado. Él había llegado.

Me di media vuelta y lo observé. Lucía confundido, mientras su mano jugueteaba con la otra.

—Bueno, aquí me tienes.— Susurró mirándome con aquellos ojos verdes que siempre me hicieron seguirlo. A pesar de todo.

Mis ojos se aguaron, mientras me acercaba a él.

—Ben, yo...— Empecé, sin saber como terminar.

—¿Qué es lo qué pasará ahora, (Tn)?— Preguntó en voz baja.

Por primera vez en mucho tiempo, suspiré, llenándome de aplomo.

—¿Huirías conmigo?— Le susurré, como muchas veces lo había planeado.

Contra todo pronóstico, él bajó la mirada, mientras su mano buscaba la mía. Ambas se entrelazaron, mientras yo cerraba los ojos y suspiraba con alivio. Él sonrió, mientras depositaba un casto beso en mi frente a modo de protección. No hubo preguntas, ni reclamos ni nada por el estilo. Solo lo que yo esperaba, o lo que ambos esperábamos.

—Huiría contigo las veces que fuera necesario.

—¿A pesar de todo?

—A pesar de todo.— Afirmó mientras acunaba mi cara con sus manos.

Así era. A pesar de todo el daño, palabras y actos, aquí seguíamos. Era una lección, el amor todo lo soporta, todo lo perdona, el amor nunca deja de ser.

Y siguiendo así el camino que ambos trazamos, seguimos con aquella aventura que comenzamos hace muchos años. Aquella llama que seguía encendida desde el momento en que lo vi, la cual jamás se apagaría. Lo amaba, y él a mi. Era suficiente.

Mi mano apretó la suya, mientras pensaba que era la pieza que me faltaba. Ya no necesitaba de nadie más.

Estábamos completos. Una vez más.



***

Espero que a las chicas #TeamBen les haya gustado este final. A mi en lo personal me encantó💓
Recuerden: estoy aquí para hacerlas felices.
Gracias una vez más💕.

Amor Sangriento. #L3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora